El escándalo por el uso de ampollas de fentanilo contaminado en hospitales de distintas provincias ya tiene un primer informe oficial con conclusiones alarmantes: el producto tuvo un rol determinante en gran parte de los fallecimientos registrados.
El estudio fue realizado por el Cuerpo Médico de la Corte Suprema de Justicia a pedido del juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak, que lleva adelante la investigación. Sobre la base de 20 historias clínicas, el documento confirmó que el fármaco fabricado por el laboratorio HLB Pharma presentaba bacterias que actuaron como un factor crítico en el agravamiento del cuadro de los pacientes.
El caso, que ya acumula más de 90 muertes en el país, se convirtió en uno de los episodios más graves de la historia reciente del sistema de salud argentino, y abre un fuerte interrogante sobre los mecanismos de control estatal en la producción y distribución de medicamentos.
El alcance de la investigación
El relevamiento incluyó historias clínicas de pacientes atendidos en el Hospital Italiano de La Plata, el Hospital Clemente Álvarez de Rosario, el Hospital Italiano de Rosario, el Instituto Dupuytren de Traumatología y Ortopedia, el Sanatorio Parque de Rosario, el Sanatorio Parque de Entre Ríos y el Sanatorio Cullen de Santa Fe.
Los especialistas señalaron que en doce de los casos analizados, la aplicación del fentanilo contaminado fue un “factor agravante significativo” en pacientes con cuadros clínicos complejos y múltiples comorbilidades, lo que finalmente contribuyó al desenlace fatal.
Si bien en algunos expedientes no se logró establecer un “nexo causal directo” entre el medicamento adulterado y la muerte, el informe remarca que su aplicación incidió en el deterioro de la salud de los pacientes críticos.
Una trama que golpea de cerca
El Hospital Italiano de La Plata aparece entre los centros médicos afectados, lo que le otorga a este caso una relevancia particular para la región. Para la comunidad platense, el informe no solo representa una alerta sobre las falencias del sistema sanitario, sino también un llamado a exigir controles más estrictos en la cadena de producción farmacéutica.
La investigación judicial continúa y se espera que el juez Kreplak avance en nuevas medidas de prueba que permitan determinar responsabilidades penales y administrativas en uno de los mayores escándalos sanitarios del país.