Viernes 4 de julio de 2025
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¿Fin del reinado del PRO? Milei desafía a Macri y el PJ sueña con un triunfo histórico

Con una participación electoral en mínimos históricos, las elecciones en CABA se convirtieron en un duelo de titanes: Milei busca destronar a Macri en su bastión, mientras el peronismo persigue una victoria épica tras 30 años. ¿Quién ganará en una ciudad que grita desencanto?

En una jornada marcada por una participación electoral históricamente baja, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) cerró este 18 de mayo de 2025 sus comicios legislativos para renovar 30 de las 60 bancas de la Legislatura porteña. Con un 48% del padrón electoral asistiendo a las urnas hasta las 17 horas, según el Instituto de Gestión Electoral (IGE), la apatía ciudadana se convirtió en un protagonista inesperado de una elección que trasciende lo local y proyecta un impacto nacional. Pero, ¿por qué importan estos resultados? La respuesta radica en una triple disputa: el desafío de Javier Milei a Mauricio Macri en su bastión histórico, la búsqueda del peronismo por una victoria que rompa dos décadas de hegemonía del PRO, y una ciudadanía que, desencantada, parece haber enviado un mensaje claro.

Un plebiscito con aroma nacional

Aunque los comicios en CABA son legislativos, su relevancia excede la renovación de bancas. La elección se convirtió en un termómetro político de cara a las legislativas nacionales de octubre. “No es solo una elección de legisladores, es un plebiscito sobre la gestión de Milei, la supervivencia del PRO y un posible resurgir del peronismo”, señaló el analista político Jorge Giacobbe en un informe reciente.

La Ciudad, históricamente dominada por el PRO desde la llegada de Mauricio Macri al poder en 2007, es un terreno simbólico. Una derrota del partido amarillo, que pone en juego 15 bancas, podría marcar el fin de su hegemonía tras 18 años de victorias ininterrumpidas. Por su parte, La Libertad Avanza (LLA), liderada por el vocero presidencial Manuel Adorni, busca consolidar su crecimiento en un distrito donde Milei no tiene su mejor performance, pero donde su discurso anti-casta resuena entre sectores desencantados.

El peronismo, con Leandro Santoro al frente de la lista “Es Ahora Buenos Aires”, ve una oportunidad histórica. Desde 1993, el PJ no logra imponerse en CABA, pero la fragmentación de la oferta electoral y el desgaste del PRO le abren una ventana para romper el maleficio. Santoro, con un discurso progresista que apunta a captar el voto castigo contra Milei y Macri, podría capitalizar el 30% de base que el peronismo obtuvo en elecciones previas.

El duelo Milei-Macri: Una pelea de poder en la derecha

La campaña estuvo signada por la confrontación entre Javier Milei y Mauricio Macri, un enfrentamiento que escaló hasta el último minuto con acusaciones cruzadas. El punto álgido fue la difusión de un video falso, atribuido a cuentas libertarias cercanas al asesor Santiago Caputo, que mostraba a Macri apoyando a Adorni y anunciando la renuncia de la candidata del PRO, Silvia Lospennato. Macri denunció “fraude electoral” y calificó el hecho como un ataque a la democracia, mientras Milei lo tildó de “llorón” y “de cristal”.

Este episodio no fue aislado. La caída de la ley de “ficha limpia” en el Senado, impulsada por Lospennato, desató sospechas de un pacto entre Milei y el kirchnerismo, un rumor que el PRO aprovechó para reforzar su narrativa institucionalista. “Pro busca que sus votantes prioricen los valores democráticos sobre la estabilidad macroeconómica que ofrece Milei”, explicó un analista en La Nación.
Para Milei, ganar en CABA significaría debilitar al PRO en su cuna y consolidar a LLA como la fuerza dominante de la derecha. Para Macri, una victoria de Lospennato es una cuestión de supervivencia política: perder en CABA podría acelerar la migración de su electorado hacia los libertarios, un proceso que ya comenzó con figuras como Patricia Bullrich y Luis Petri.

Baja participación: El desencanto ciudadano

La gran sorpresa de la jornada fue la baja participación, que podría romper el récord histórico de 65,5% registrado en las generales de 2021. A las 17 horas, solo el 50% de los 2,5 millones de electores habilitados había votado, un dato que preocupó a todos los espacios políticos. Víctor Hugo Morales, periodista y conductor, atribuyó este fenómeno al desinterés generado por las “pavadas” de la campaña, como el video falso de Macri. “La gente piensa que estos están pelotudeando, y eso es piantavotos”, sentenció. En las redes sociales, usuarios como @Soysonia2 apuntaron a un ausentismo especialmente alto en los barrios populares, donde la crisis económica y el desencanto con la política podrían haber jugado un rol clave.

Esta apatía refleja un hartazgo generalizado. “El interés no pasó por el lado del ciudadano, sino por la discusión política y la simbología de que el PRO pierda tras 18 años”, señaló un análisis de El Cronista. La campaña, centrada en las peleas entre Milei y Macri, dejó de lado temas clave como la seguridad, el transporte o la gestión de residuos, que afectan directamente a los porteños.

Los búnkeres: Expectativa y moderación

En los búnkeres de los principales candidatos, el clima era de cautela. En el Hotel Libertador, Adorni aguardaba los resultados junto a Milei, Karina Milei, Patricia Bullrich y Santiago Caputo. Fuentes libertarias deslizaron que se considerarían “ganadores” si superaban al PRO, incluso quedando detrás de Santoro.

En el estadio Héctor Etchart del Club Ferro, Santoro y su equipo analizaban el impacto del ausentismo, sin descartar un mano a mano con Adorni. El peronismo se mostraba optimista, pero moderado, consciente de que la baja participación podía redistribuir el voto de manera impredecible.

En el búnker del PRO, en San Telmo, María Eugenia Vidal, jefa de campaña, reconoció la baja participación como un dato “que llama la atención” y llamó a esperar los resultados “con tranquilidad”. Mauricio y Jorge Macri, presentes en el lugar, evitaron proyecciones, pero el ambiente era de resignación: “No esperamos nada”, admitió un dirigente a Infobae.

Un resultado que marcará el rumbo

Los primeros resultados, esperados entre las 19:30 y las 20:00 según el IGE, prometen reconfigurar el tablero político. Si Santoro logra imponerse, el peronismo habrá roto un maleficio de tres décadas, enviando una señal de fortaleza al PJ nacional. Una victoria de Adorni consolidaría a Milei como líder indiscutido de la derecha, relegando al PRO a un rol secundario. Y si Lospennato resiste, Macri habrá salvado su bastión, aunque a un costo alto: la fragmentación de su espacio y la confirmación de que LLA es una amenaza real.

En un contexto de baja participación, el mensaje de los porteños parece ser tan importante como el resultado mismo. La apatía electoral refleja un desafío mayor para la política argentina: reconectar con una ciudadanía que, harta de peleas estériles, exige soluciones concretas. Mientras los búnkeres esperan los números, una cosa es clara: lo que pase en CABA hoy resonará mucho más allá de la General Paz.

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