En abril, el costo del metro cuadrado para construir en la Argentina pegó un salto significativo en dólares: se disparó un 19,67% y alcanzó los 1.495,07 USD, marcando uno de los aumentos más pronunciados de los últimos meses. El dato adquiere relevancia particular porque el valor fue calculado antes de la salida del cepo, lo que podría anticipar nuevas variaciones en los próximos relevamientos.
En pesos, el incremento también fue considerable: el metro cuadrado se ubicó en $1.734.279,71, con una suba mensual del 2,45%, casi cuatro veces más que en marzo, cuando el alza fue de apenas 0,73%. En La Plata, según datos de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas de la Construcción (Apymeco), ese es el costo para levantar un edificio tipo sobre un terreno de 10 x 30 metros y con planta baja más nueve pisos.
Materiales en alza y mano de obra en pausa
La dinámica de los costos fue dispar. Mientras los materiales aumentaron 4,31%, la mano de obra mostró un leve retroceso del -0,05%, influido por la finalización de un adicional que se venía abonando desde las paritarias de comienzos de año. Desde Apymeco explicaron que ese componente extra ya no rige, y que el valor salarial vigente sigue siendo el de marzo. De todos modos, se espera una nueva negociación paritaria durante mayo, que incluiría un ajuste retroactivo a abril y que impactará en el próximo índice.
¿Por qué sube tanto en dólares?
El cálculo en moneda extranjera se hizo tomando el valor del dólar paralelo al 10 de abril, cuando aún no se había liberado el cepo y la cotización mostraba una leve baja. Como el valor en pesos del metro cuadrado no se detiene y el dólar se había abaratado momentáneamente, el resultado fue un salto fuerte en la valuación en dólares. Así lo explicó Gustavo Marín, titular de Apymeco, quien detalló que “el índice refleja el comportamiento del mercado informal al día 10, lo que puede distorsionar la foto real en contextos de inestabilidad cambiaria”.
Oportunidades y señales para el sector
A pesar del encarecimiento, el índice general interanual muestra un alza del 33,94%, que viene desacelerándose desde mayo de 2024. En ese marco, desde el sector destacan que la brecha entre el costo de construcción y el valor de venta de las propiedades sigue haciendo atractivo invertir en ladrillos. Según Marín, “la estabilidad macroeconómica y la baja en la inflación permiten a quienes tienen capacidad de ahorro pensar en desarrollos propios, sobre todo si se suman los créditos hipotecarios que promueve el decreto 1017/2024, tanto para compra de unidades nuevas como para proyectos desde el pozo”.
Otra variable que genera expectativa es la posibilidad, aún pendiente de reglamentación, de blanquear hasta 100.000 dólares sin necesidad de justificar su origen. De concretarse, esa medida podría oxigenar el mercado y alentar nuevos desarrollos inmobiliarios, particularmente en ciudades como La Plata, donde la relación entre costo de obra y precio de venta todavía permite márgenes de rentabilidad.