Con encuestas favorables y una estrategia territorial agresiva, el peronismo bonaerense refuerza su campaña para consolidar la diferencia obtenida en septiembre y debilitar aún más a La Libertad Avanza.
A dos semanas de las legislativas nacionales del 26 de octubre, Fuerza Patria intensificó su despliegue territorial en la provincia de Buenos Aires, apuntando a ampliar los más de 13 puntos de ventaja obtenidos en septiembre frente a La Libertad Avanza.
Las últimas encuestas, como la de Management & Fit, muestran una consolidación del voto peronista en el conurbano y una caída sostenida de Javier Milei en imagen positiva
El desgaste del presidente se atribuye a errores autoinfligidos, falta de muñeca política y una gestión que no logra ordenar la macroeconomía, según analistas como Federico González.
En ese contexto, el peronismo bonaerense se posiciona como “sommelier de moralidad”, aprovechando cada traspié oficial para reforzar su narrativa de defensa de derechos y territorialidad.
Campaña con músculo sindical y territorial
Los candidatos de Fuerza Patria —entre ellos Jorge Taiana, Jimena López, Sergio Palazzo y Oscar de Isasi— encabezaron actos en Mar del Plata junto al movimiento obrero, con un mensaje claro: “frenar a Milei en las urnas” y rechazar la reforma laboral propuesta por el oficialismo.
La consigna “llenar el Congreso de legisladores que defiendan al pueblo” se repite en cada distrito, con fuerte presencia en cafés, plazas y sindicatos.
La estrategia se apoya en una narrativa de resistencia, apelando a la identidad bonaerense, la defensa de derechos laborales y el rechazo a las políticas de ajuste. Axel Kicillof, aunque no candidato, juega un rol clave como articulador de la campaña, buscando repetir los festejos de septiembre con una victoria aún más amplia.
Objetivo: horadar a Milei y blindar el Congreso
El objetivo explícito de Fuerza Patria es seguir horadando la figura presidencial, debilitando su capacidad de imponer reformas estructurales en el Congreso. La provincia de Buenos Aires, con su peso electoral, se convierte en el bastión clave para esa estrategia.
La campaña se mueve con velocidad, territorialidad y emocionalidad. Mientras Milei enfrenta cuestionamientos internos y externos, el peronismo bonaerense apuesta a convertir cada error oficial en un voto más, con una consigna clara: “La libertad no avanza para nadie”.