A poco más de una semana de las elecciones legislativas, los números que circulan dentro del peronismo encendieron una luz de alerta en Buenos Aires: La Libertad Avanza redujo a un solo dígito la ventaja de casi 14 puntos que Fuerza Patria había obtenido en septiembre.
El dato contrasta con el escenario nacional, donde el espacio peronista aún conserva una diferencia de siete puntos sobre el oficialismo libertario, según los últimos relevamientos.
Ajuste fino en territorio bonaerense
El reconocimiento del “achicamiento” del margen recorre a todos los sectores del peronismo: desde el kirchnerismo y La Cámpora, hasta el Frente Renovador de Sergio Massa y el espacio del gobernador Axel Kicillof junto a los intendentes.
En el entorno del mandatario bonaerense admiten que ninguna encuesta posterior a septiembre volvió a mostrar una ventaja de dos dígitos, aunque aseguran que la situación “estaba prevista” por el efecto de la polarización.
Desde el massismo, en tanto, sostienen que los libertarios crecieron tras el escándalo que derivó en la salida de José Luis Espert, mientras que en La Cámpora confían en revertir la tendencia mediante una fuerte movilización territorial.
“La diferencia se acortó, pero si todos los peronistas van a votar, ganamos. Cada voto cuenta”, aseguran cerca de Máximo Kirchner.
Factores que explican la recuperación libertaria
Dentro del peronismo bonaerense identifican al menos cuatro razones que explican la mejora de La Libertad Avanza.
La primera es el traslado del voto de Somos Buenos Aires y Hechos, las listas de los hermanos Passaglia, que en septiembre quedaron fuera del oficialismo libertario pero ahora podrían sumarse.
A eso se suma una mayor participación electoral, que se estima crecerá en unos cinco puntos. Según los cálculos de los estrategas peronistas, la mitad de ese aumento —unos 2,5 puntos— podría provenir de votantes libertarios que no fueron a las urnas en la elección provincial.
El tercer elemento tiene que ver con que en esta elección no votarán los residentes extranjeros, que en septiembre sumaron unos 255 mil sufragios, de los cuales el 60% fue para el peronismo. Su ausencia podría golpear el resultado en distritos con alta densidad migrante, como La Plata, donde ese voto suele tener un peso significativo.
Por último, la implementación de la Boleta Única Papel abrió la puerta a candidaturas menores —como las de Santiago Cúneo, Alberto Samid o Fernando Gray— que, aunque no modifican el resultado general, pueden restar entre uno y dos puntos al caudal de Fuerza Patria.
“Nadie se movió para hacer que se bajen, y ahora ya es tarde”, lamentan en un sector del espacio.
El operativo remontada libertario
Mientras tanto, La Libertad Avanza activó un operativo de remontada con Diego Santilli al frente y el aparato territorial del PRO en funcionamiento, algo que no tuvo en la elección provincial.
El objetivo es claro: reducir la ventaja peronista a unos ocho puntos.
Con una estructura de campaña más aceitada y el respaldo de intendentes y dirigentes locales, los libertarios buscan consolidar presencia en el conurbano y en ciudades clave del interior bonaerense.
El desafío del peronismo: movilizar el voto propio
En el comando de campaña de Fuerza Patria coinciden en que la clave será la participación.
La estrategia apunta a movilizar el voto anti-Milei y sostener el clima de “continuidad” del triunfo de septiembre. “Hay que salir a buscar a los que no fueron a votar”, repiten en distintos espacios.
En La Plata y otros distritos grandes del Gran Buenos Aires, el peronismo reforzó el despliegue territorial y la presencia de fiscales para cuidar el voto.
Una pulseada con impacto nacional
Más allá de la interna bonaerense, lo que ocurra en la provincia será determinante para el resultado general.
Hace 20 años que el peronismo no gana una elección legislativa de medio término en Buenos Aires, recuerdan en el entorno de Kicillof, donde advierten que un triunfo, incluso por un voto, “se festejará como una final del Mundial”.
En paralelo, la pulseada deja al descubierto tensiones internas: los intendentes y el gobernador buscan revalidar el liderazgo que lograron en septiembre al adelantar los comicios provinciales, una jugada que les permitió despegarse de la boleta nacional y mostrar gestión propia.
“Si la diferencia se acorta no es porque LLA remonte. Son elecciones distintas, con dinámicas distintas”, remarcan desde el Movimiento Derecho al Futuro.
Encuesta nacional: Fuerza Patria sigue arriba
A nivel nacional, Fuerza Patria mantiene una ventaja de siete puntos sobre La Libertad Avanza, según la última encuesta de Zentrix, realizada entre el 7 y el 13 de octubre sobre 1.590 casos.
El estudio arroja un 43,5% de intención de voto para el peronismo frente al 36,5% del oficialismo libertario.
En tercer lugar aparece Provincias Unidas, el armado de gobernadores de Chubut, Corrientes, Santa Fe y Córdoba, con un 5,7%.
El relevamiento confirma un escenario de fuerte polarización, con dos fuerzas principales que expresan modelos económicos y políticos opuestos.
Si bien Milei conserva un núcleo duro de apoyo, no logra expandirse hacia sectores moderados o independientes, mientras que el peronismo muestra señales de recomposición tras la derrota de 2023.
Desgaste del gobierno y caída de imagen presidencial
El estudio también refleja el malestar social y el deterioro de la imagen presidencial.
El 60,7% evalúa negativamente la situación del país y el 73,7% considera que su salario no le gana a la inflación.
La imagen de Javier Milei alcanza 35,5% de positiva y 59,9% de negativa, en medio de los escándalos de corrupción que salpican a su gestión.
Por su parte, Axel Kicillof conserva una imagen positiva del 43,9%, consolidándose como la figura mejor posicionada dentro del peronismo y con influencia nacional.
La provincia de Buenos Aires vuelve a ser el escenario central de la disputa electoral.
El resultado en ese distrito no solo definirá la lectura política del 27 de octubre, sino también la capacidad del peronismo de sostener la iniciativa frente a un oficialismo que, pese al desgaste, aún conserva poder de movilización y apoyo en sectores clave del electorado.