El líder del Frente Patria Grande amenaza con romper la unidad en octubre y desata una ola de reproches en Fuerza Patria. En el entorno de Cristina Kirchner hablan de egos, ambiciones personales y temen perder bancas clave en el Congreso.
La interna del peronismo vuelve a crujir. A menos de tres semanas del cierre de listas nacionales, el Frente Patria Grande que lidera Juan Grabois tensiona los hilos de la coalición con declaraciones incendiarias y un posible quiebre electoral que inquieta al kirchnerismo. En el corazón de Fuerza Patria, el nuevo sello del espacio, se multiplican los reproches y las advertencias: “Está bastante grandecito para ponerse así por querer encabezar”, deslizan desde el entorno de Cristina Kirchner.
Grabois vs. Massa: una disputa que escala
El dirigente social no se guarda nada. En entrevistas recientes, calificó a Sergio Massa como “la derecha peronista” y aseguró que “mide ocho puntos menos que yo”. Su intención de competir como primer candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, incluso con lista propia si no hay acuerdo, encendió las alarmas. “Voy a ser candidato sí o sí. ¿De qué depende si va a ser con lista propia o la de Fuerza Patria? De los genios de la política que manejan las cosas”, ironizó.
Unidad en riesgo y cuentas que no cierran
En el kirchnerismo, el temor no es solo simbólico. Si Grabois se presenta por fuera, el sistema D’Hondt podría reducir la cantidad de legisladores que obtendría el espacio en conjunto. La pérdida de bancas preocupa más que los egos. “Las apetencias de orden individual hay que guardárselas, porque tampoco hay PASO. Juan tiene que sentarse y negociar”, advierten desde el núcleo duro K.
Cruces, chicanas y acusaciones
La escalada verbal no se detiene. Sebastián Galmarini, cuñado de Massa, lo tildó de “mentiroso, delirante e inútil”. Natalia Zaracho, diputada cercana a Grabois, respondió con una acusación directa: “Cobra $25 millones en el Banco Provincia para rascarse las pelotas”. En La Cámpora, el tono confrontativo cae mal. “No le encuentro ningún sentido a tirotearse en Twitter”, dijo la intendenta Mayra Mendoza.
Cristina Kirchner, en silencio pero firme
Aunque el calibre de los ataques no le agrada, Cristina Kirchner se mantiene al margen. “Cristina no es la jefa de Grabois”, aclaran sus laderos, pese a la sintonía histórica entre ambos. La expresidenta insiste en un mensaje claro: “Es con unidad”. Pero la fractura parece cada vez más difícil de evitar.
¿Qué busca Grabois?
Consciente de los 1,3 millones de votos que cosechó en las PASO presidenciales de 2023, Grabois quiere medir fuerzas en el bastión bonaerense. Su protagonismo crece, en parte, por el contraste con el mundo libertario, que lo ubica como figura antagónica. Pero en el kirchnerismo lo acusan de priorizar ambiciones personales por sobre el proyecto colectivo.
