Las proyecciones privadas vuelven a marcar un piso alto para la inflación de noviembre. Según relevamientos de Equilibra, EcoGo y Adcap Grupo Financiero, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) habría rondado el 2,5%, lo que implicaría el tercer mes consecutivo por encima del 2% y el registro mensual más alto desde abril, cuando el indicador alcanzó el 2,8%, a la espera de la cifra oficial del INDEC.
De confirmarse este número, la inflación acumulada de 2025 treparía hasta el 28,9%, mientras que la variación interanual se ubicaría cerca del 32,6%. Un escenario que vuelve a encender luces amarillas sobre el impacto del ajuste de precios regulados y la persistente presión de alimentos clave, especialmente la carne vacuna.
Tarifas, transporte y prepagas: el empuje regulado
Las consultoras coinciden en que los precios regulados tuvieron un rol central en el resultado del mes. Desde EcoGo detallaron subas promedio del 2,1% en este rubro, con aumentos de luz (3,6%), gas (3,8%), prepagas (2,4%), combustibles (6%) y transporte público: 4,1% en la provincia de Buenos Aires y CABA, mientras que en el ámbito nacional el ajuste fue aún mayor, con picos del 9,7%.
En el Gran Buenos Aires —zona de referencia directa para miles de familias platenses—, C&T Asociados midió una inflación del 2,4%, idéntica a la de octubre. Por su parte, Orlando J. Ferreres & Asociados informó la estimación más moderada: 2,1% mensual y una inflación interanual del 29,6%.
Carne: el factor que vuelve a incomodar
El capítulo de alimentos volvió a tener como protagonista principal a la carne vacuna, con un aumento promedio del 5,8% en noviembre, empujado por la suba de los precios mayoristas. EcoGo advirtió que esta tendencia alcista podría mantenerse en las próximas semanas, generando un nuevo foco de presión sobre la inflación general.
Desde el sector productivo explicaron que la escasez de novillos forzó aumentos que, según referentes del mercado, hoy resultan difíciles de sostener. Incluso señalaron que la industria frigorífica local está pagando valores 5% más altos que Uruguay, 31% por encima de Paraguay y 44% más que Brasil, una distorsión regional que complica la competitividad y se termina trasladando al mostrador.
Cyber Monday: alivio pasajero
El impacto del Cyber Monday generó descuentos puntuales —principalmente en electrodomésticos—, pero, según C&T Asociados, estas rebajas fueron transitorias y no alcanzaron a compensar el peso de los aumentos regulados y estacionales.
De hecho, el rubro “Vivienda” lideró las subas del mes con un alza del 3%, explicado por los incrementos en electricidad (3,6%), gas (3,8%) y servicios asociados. El agua tuvo una actualización menor, del 1%, que resultó insuficiente para moderar el índice general.
Diciembre: un cierre de año con presión inflacionaria
Las proyecciones para diciembre tampoco traen alivio. Tradicionalmente el último mes del año exhibe mayor tensión de precios, impulsada por la dinámica del consumo estacional y nuevos ajustes programados en tarifas.
El boleto de colectivo en la provincia de Buenos Aires ya registró una suba del 14,9%, considerada extraordinaria por operadores del sector. En paralelo, se anticipan nuevos incrementos en electricidad, gas —por encima del 3%— y combustibles, lo que, según estimaciones privadas, podría sumar medio punto porcentual adicional al IPC.
Desde EcoGo señalaron que “la inflación podría mantenerse en niveles similares a los de noviembre, empujada por transporte, tarifas y posibles nuevas subas en la carne”. En la misma línea, el economista Gonzalo Carrera, de Equilibra, explicó que el dato de noviembre dejó un “arrastre estadístico elevado”, especialmente por el comportamiento de la carne en la segunda quincena, al tiempo que el dólar mayorista continuó subiendo, un factor que también presiona sobre los costos.
Impacto en La Plata
Para los hogares platenses, el panorama se refleja de forma directa en dos frentes sensibles: el transporte público provincial —con recientes aumentos— y el consumo de alimentos básicos, donde la carne es un componente clave de la canasta. En un contexto de salarios contenidos y mayor peso de los servicios en el gasto familiar, el cierre del año se presenta con escaso margen para la recuperación del poder adquisitivo.
