El cierre de listas para diputados nacionales en la provincia de Buenos Aires dejó en evidencia la tensión entre la superestructura kirchnerista y los jefes comunales. Sin nombres territoriales ni figuras rutilantes, Fuerza Patria apostó por un armado vertical que prioriza el control político sobre la representatividad local.
El cierre de listas para las elecciones legislativas del 26 de octubre dejó un sabor amargo en el peronismo bonaerense. En particular, entre los intendentes del conurbano, que esperaban tener protagonismo en la boleta de Fuerza Patria y se encontraron con una nómina dominada por dirigentes de la superestructura nacional, referentes sindicales y figuras del cristinismo duro.
La decisión de excluir a los jefes comunales del armado legislativo fue leída como una señal de concentración de poder en el Instituto Patria y en los sectores más cercanos a Cristina Fernández de Kirchner. Jorge Taiana, exministro de Defensa, encabeza la lista, seguido por Jimena López, Juan Grabois, Vanesa Siley, Sergio Palazzo y Teresa García, entre otros nombres que responden a espacios nacionales o movimientos sociales.
Una táctica electoral sin territorio
La estrategia detrás del armado responde a una lógica de control político más que de representación territorial. Con las elecciones provinciales del 7 de septiembre como telón de fondo, el kirchnerismo apuesta a blindar su núcleo duro en el Congreso, anticipando un escenario adverso en las urnas. La falta de intendentes en la lista refleja una decisión deliberada: evitar disputas internas y garantizar fidelidad legislativa.
Sin embargo, el costo político no es menor. “Es la primera vez desde 1983 que La Matanza no tiene un candidato a diputado nacional”, señaló un dirigente justicialista con peso en el conurbano. El silencio de los intendentes fue interpretado como una señal de malestar profundo, y algunos ya comenzaron a mover fichas por fuera del armado oficial. Fernando Gray, alcalde de Esteban Echeverría, lanzó su propia lista bajo el sello Unión Federal, acompañado por dirigentes cercanos a otros jefes comunales desencantados.
Internas, especulaciones y el fantasma de la derrota
La boleta de Fuerza Patria también expone las diferencias internas en el peronismo bonaerense. Aunque desde la Gobernación aseguran que Axel Kicillof participó del armado, versiones cruzadas indican que su influencia fue limitada. El nombre de Taiana habría surgido de negociaciones entre Máximo Kirchner, Sergio Massa y referentes del Instituto Patria, en una jugada que dejó al gobernador en una posición incómoda.
La expectativa de obtener al menos 15 bancas en la Cámara Baja se enfrenta a un escenario complejo. La falta de territorialidad, sumada a la apatía de los intendentes y la fragmentación del voto peronista, podría debilitar la performance electoral. En paralelo, La Libertad Avanza y el PRO avanzan con una campaña agresiva en el conurbano, buscando capitalizar el descontento.
Con la Boleta Única de Papel como novedad y una campaña que arranca en medio de tensiones, el peronismo bonaerense enfrenta una elección que podría redefinir su mapa interno. Y los intendentes, por ahora, miran desde afuera.