En una movida que reconfiguró el panorama libertario bonaerense, Karina Milei, la estratega detrás de La Libertad Avanza (LLA), impuso su autoridad en el cierre de listas para las elecciones legislativas del 7 de septiembre, marginando a Las Fuerzas del Cielo, el ala juvenil liderada por Santiago Caputo, y otorgando al PRO un botín inesperado. Con Cristian Ritondo y Diego Santilli como grandes ganadores, el partido amarillo logró ubicar ocho candidatos en lugares “entrables” de las boletas provinciales, superando incluso sus proyecciones más optimistas.
La jornada en La Plata fue frenética. En un búnker improvisado, Karina Milei, acompañada por sus aliados clave, Sebastián Pareja y Eduardo “Lule” Menem, tomó el control absoluto del armado electoral de LLA. Según reportes de Infobae y La Nación, cada intento de Las Fuerzas del Cielo por colar candidatos en las listas fue neutralizado, cediendo terreno al PRO en un movimiento que sorprendió por su pragmatismo. “La lapicera la tiene Pareja”, repetían los libertarios en el conurbano, dejando claro que el poder de decisión descansaba en el círculo íntimo de Karina.
El PRO, liderado por Ritondo y Santilli, salió fortalecido con ocho legisladores en posiciones con chances reales de ingresar a la Legislatura bonaerense, dos más de los seis que proyectaban en su escenario más optimista. Entre los nombres destacados están Gustavo Coria (Sexta Sección), Julieta Quintero Chasman (Octava Sección, La Plata), Alejandro Rabinovich (Segunda), María Sotolano y Lucila Bontempo (Tercera), Matías Ranzini y Julieta Arce (Cuarta), y Nicolás Morzone (Octava). Este resultado consolida la influencia de Ritondo, presidente del PRO bonaerense, y de Santilli, cuya experiencia electoral en la provincia lo posiciona como un actor clave de cara a 2027.
Las Fuerzas del Cielo, relegadas al ostracismo
El gran perdedor de la noche fue Santiago Caputo, cuyo grupo, Las Fuerzas del Cielo, quedó reducido a la irrelevancia política. Según La Política Online y posts en X, la agrupación de militantes digitales liderada por Caputo, Agustín Romo, Nahuel Sotelo y Daniel “El Gordo Dan” Parisini, apenas logró un lugar marginal: Sotelo, una figura fuerte en Quilmes, fue relegado al quinto puesto en la lista de la Tercera Sección, un distrito clave donde el peronismo históricamente domina. “Es una mala señal que nos dejen afuera. Nosotros fuimos los primeros militantes libertarios”, se quejaron desde el espacio de Caputo, según La Nación.
La exclusión de Caputo no fue casual. Desde mayo, las tensiones entre Karina Milei y el asesor presidencial han sido un secreto a voces. Mientras Caputo apostaba por un perfil disruptivo y juvenil, Karina optó por una alianza estratégica con el PRO para consolidar la gobernabilidad y evitar fracturas con los intendentes amarillos. “Karina fortaleció al PRO y a Bullrich para asegurar la gobernabilidad”, señaló el periodista Mariano Obarrio en X, subrayando que el acuerdo con Ritondo y Santilli abre incluso la puerta a una alianza en CABA.
El PRO, entre la sorpresa y la oportunidad
El éxito del PRO en el cierre de listas no estaba garantizado. Hasta el último momento, las negociaciones con LLA estuvieron al borde del colapso. Cuatro intendentes del PRO (Pablo Petrecca de Junín, Diego Reyes de Puán, María José Gentile de 9 de Julio y Javier Martínez de Pergamino) abandonaron el acuerdo por las exigencias de Karina, que demandaba el 75% de los lugares en las listas de concejales. Sin embargo, en distritos clave como Vicente López y San Isidro, Karina cedió terreno a Soledad Martínez y Ramón Lanús, asegurando su apoyo.
Ritondo, con su “excelente relación” con el “triángulo de hierro” (Javier Milei, Karina y Caputo), y Santilli, con un 45% de intención de voto según encuestas de CB Consultora, capitalizaron la debilidad interna de LLA para posicionar a sus candidatos. “Nadie va a discutir a Montenegro en la Quinta”, afirmó Ritondo, asegurando el liderazgo del intendente de Mar del Plata en esa sección.
Una estrategia para enfrentar al peronismo
El acuerdo LLA-PRO, teñido de “violeta puro”, busca nacionalizar la elección bonaerense, polarizando el discurso contra el peronismo y Axel Kicillof. En la Tercera Sección, donde el PJ arrasó en 2023 con el 51,54% de los votos, LLA apostó por Maximiliano Bondarenko, un excomisario de Florencio Varela, como cabeza de lista, relegando a figuras de Caputo como Sotelo. Esta decisión refleja la intención de Karina de priorizar candidatos que refuercen la marca Milei frente a un peronismo debilitado por la inhabilitación de Cristina Kirchner y el caos en su propio cierre de listas, marcado por cortes de luz y prórrogas hasta el lunes.
“La Libertad Avanza se transformó en un polvorín”, afirmó Tiempo Argentino, destacando la deliberada marginación de Las Fuerzas del Cielo y la apuesta por una alianza con el PRO que, según fuentes libertarias, garantiza un piso electoral del 30%. La estrategia de Karina apunta a consolidar un frente anti-K que dispute el conurbano, con Santilli y Ritondo como figuras clave para sumar el voto “mabel” (ex Juntos por el Cambio) en octubre.
Un termómetro para 2027
El cierre de listas del 19 de julio no solo definió las boletas para el 7 de septiembre, sino que marcó un punto de inflexión en la interna libertaria. Karina Milei, con su pragmatismo, fortaleció la alianza con el PRO y debilitó a Caputo, enviando un mensaje claro: la marca LLA se construye desde su liderazgo y no desde las redes sociales de Las Fuerzas del Cielo. Ritondo y Santilli, por su parte, emergen como ganadores, posicionándose como piezas clave en un armado que busca desplazar al peronismo en el mayor bastión electoral del país.
Con 69 bancas en juego en la Legislatura y más de 1,000 cargos municipales, la elección bonaerense será un ensayo crucial para 2027. Mientras el peronismo lidia con sus propias fracturas, Karina Milei y el PRO apuestan por un frente unificado que, por ahora, parece haber encontrado en la exclusión de Caputo su fórmula de éxito. ¿Podrán capitalizar esta ventaja en las urnas? La respuesta llegará en septiembre.
