En una jornada marcada por fuertes declaraciones, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, arremetió contra el presidente Javier Milei, criticando su política de ajuste y defendiendo las medidas implementadas en su gestión bonaerense. Durante una entrevista radial en Bonavitta en 530 por AM 530, Kicillof subrayó que “la motosierra y destruir el Estado es lo contrario a lo que necesita el pueblo bonaerense” y acusó al Gobierno nacional de atacar el federalismo y desmantelar la industria nacional.
El mandatario provincial, en un tono combativo, destacó que las palabras “producción” y “trabajo” parecen ausentes en el discurso de Milei, tanto durante su campaña como en su actual mandato. “Producción y trabajo son dos palabras que nunca se le han escuchado a Milei, ni cuando era candidato ni como Presidente”, afirmó Kicillof, según declaraciones recogidas por El Destape Radio y replicadas en redes sociales. Esta crítica se enmarca en un contexto de creciente tensión entre el Gobierno nacional y las provincias, donde Buenos Aires se posiciona como un bastión opositor.
Un ataque al federalismo y a la industria nacional
Kicillof no escatimó en señalar lo que considera un “ataque al federalismo” por parte del Ejecutivo nacional. En una publicación de Diagonales, se recoge que el gobernador denunció un intento de centralizar recursos y decisiones, afectando la autonomía de las provincias. “Hay un ataque al federalismo en la Argentina”, sentenció, alertando sobre las consecuencias de estas políticas para el desarrollo regional.
Además, el gobernador apuntó contra la visión económica de Milei, a quien acusó de querer “erradicar” la industria nacional. En diálogo con El Destape Radio, Kicillof afirmó: “Milei cree que la industria nacional hay que erradicarla”, en referencia a la falta de apoyo del Gobierno nacional a los sectores productivos y a la clase trabajadora. Como contraste, destacó que su gestión en Buenos Aires ha priorizado la inversión en obra pública, como la construcción de viviendas, mientras que el Gobierno nacional “paró todos los planes de vivienda: 16.000 están paradas”.
La defensa de las políticas bonaerenses
En su intervención, Kicillof defendió las políticas implementadas en la provincia, que incluyen la entrega de viviendas y el fortalecimiento del empleo y la producción. “Si gana Milei en la provincia de Buenos Aires, va a tener efectos sobre nuestras políticas y van a querer avanzar más rápidamente”, advirtió en Bonavitta en 530, subrayando la importancia de resistir el avance de las políticas de ajuste en las elecciones futuras.
El gobernador también llamó a poner un freno al modelo de Milei a través de “políticas gubernamentales” que prioricen el bienestar de la población. Esta postura resuena en un contexto de malestar social por las medidas de austeridad impulsadas desde la Casa Rosada, que han generado críticas desde diversos sectores.
El impacto en las redes y la opinión pública
Las declaraciones de Kicillof rápidamente se viralizaron en plataformas como X, donde usuarios y medios afines al peronismo amplificaron sus críticas a Milei con hashtags como #MileiVendePatria y #ElPeorGobiernoDeLaHistoria. Sin embargo, las opiniones en la red social también reflejan una polarización: mientras algunos celebran la postura de Kicillof como una defensa de los intereses bonaerenses, otros lo acusan de politizar la gestión para posicionarse de cara a futuros comicios.
Contexto político y económico
La crónica de este enfrentamiento verbal se da en un momento de alta inflación y tensiones económicas en Argentina, donde el ajuste fiscal de Milei ha sido tanto elogiado por sectores liberales como cuestionado por quienes advierten sobre su impacto en los sectores más vulnerables. Buenos Aires, como la provincia más poblada y económicamente relevante del país, se convierte en un escenario clave para este debate.
Kicillof, con su perfil de economista y su experiencia como ministro de Economía durante el gobierno de Cristina Kirchner, busca consolidar su imagen como un defensor de la producción y el trabajo frente a lo que describe como un modelo de desindustrialización. Sus críticas a Milei no solo apuntan a diferenciar su gestión, sino también a movilizar a su base electoral en un año de definiciones políticas.
Un futuro incierto
Las palabras de Kicillof resuenan como un desafío directo al Gobierno nacional y un llamado a la resistencia frente al ajuste. Mientras Milei apuesta por un modelo de reducción del Estado, el gobernador bonaerense insiste en que el camino es otro: inversión, producción y trabajo. En un país dividido, este cruce de acusaciones no hace más que avivar el debate sobre qué modelo económico debe prevalecer.
Por ahora, la “motosierra” de Milei y el modelo productivo de Kicillof representan dos visiones antagónicas que seguirán marcando la agenda política. Lo que está en juego, según el propio Kicillof, es el futuro del pueblo bonaerense y del federalismo argentino.