La Legislatura bonaerense le dio luz verde al gobernador Axel Kicillof para avanzar con un nuevo esquema de financiamiento por hasta 3.685 millones de dólares, luego de una extensa sesión que se estiró hasta la madrugada, con negociaciones contrarreloj, cruces políticos y un acuerdo que incluyó modificaciones en el Banco Provincia y fondos para los municipios.
El paquete fue aprobado primero en Diputados pasada la 1.30 y ratificado en el Senado poco antes de las 4. El trámite exprés en la Cámara alta se explicó por un pacto político que ya estaba cerrado, aunque no sin costos para el Ejecutivo.
Qué autoriza la ley
La norma permite a la Provincia emitir Letras del Tesoro y otras obligaciones financieras para cubrir vencimientos, refinanciar deuda heredada y obtener nuevas partidas destinadas a la administración central y a empresas estatales como AUBASA y Buenos Aires Energía.
El artículo más cuestionado fue el inicial, que habilita la primera porción del endeudamiento sin detallar un destino puntual, aspecto objetado especialmente por el PRO.
Cómo se votó
En Diputados, el Frente de Unión por la Patria logró un armado multipartidario con el respaldo de bloques dialoguistas como Unión y Libertad, Nuevos Aires, la UCR, la Coalición Cívica y el PRO, que acompañó el proyecto en general pero rechazó el artículo que no especifica el uso de los fondos.
Por su parte, La Libertad Avanza votó completamente en contra, manteniendo su postura de fuerte rechazo al endeudamiento.
Uno de los puntos que permitió destrabar votos fue el aval al “rollover” de deuda previa —obligaciones contraídas por gestiones anteriores— y la inclusión de una partida directa para asistencia financiera a los municipios.

Fondo municipal: $350 mil millones
La ley contempla la creación de un fondo de $350.000 millones para los municipios, que será transferido en cinco cuotas. La disputa giró en torno al sistema de distribución: algunos bloques reclamaban aplicar criterios automáticos como el CUD, mientras otros defendían la intervención directa de una comisión bicameral.
Finalmente se acordó otorgar mayor protagonismo a esa comisión para supervisar el reparto y el destino de los recursos, una concesión clave para cerrar el acuerdo.
Para distritos como La Plata, este esquema podría representar un refuerzo financiero relevante en un contexto de fuerte presión sobre las arcas municipales por el ajuste de gastos y la paralización de obra pública nacional.
El nudo del Banco Provincia
El punto más trabado de la negociación fue la reforma del directorio del Banco Provincia. La ley amplió la conducción de 8 a 14 miembros, creando además un Consejo de Directores Asociados con tres vocales y reforzando la Sindicatura con dos síndicos.
El reparto de esos cargos fue parte central de la ingeniería política:
- Nueve lugares quedaron para sectores del peronismo: kicillofistas (Carlos Orsingher, Julio Pereyra, Alejandro Formento y Carlos “Cuto” Moreno), camporistas (Martín Rodríguez y Laura González), massistas (Javier Ozuna y Sergio Bordoni) y Gabriela Demaría (alineada al PJ costero).
- Cinco cargos fueron para la oposición: Fernando Rozas (Unión y Libertad), Matías Ranzini y Adrián Urreli (PRO), Marcelo Daletto y Fernando Pérez (UCR).
Además, se cerraron designaciones en el Tribunal Fiscal de la Provincia y en el Consejo General de Educación, completando un esquema de reparto institucional que permitió al oficialismo abrochar respaldos legislativos.
Los pliegos fueron ratificados en el Senado junto con la ley de endeudamiento.
Cruces y momentos calientes
La sesión tuvo un episodio de alto voltaje político cuando el intendente de San Nicolás, Santiago Passaglia, intentó volver a su banca de diputado —en uso de licencia— para votar en contra y denunciar el acuerdo. El presidente de la Cámara, Alexis Guerrera, le negó la palabra al argumentar que no había formalizado su licencia municipal y que no puede ejercer dos cargos electivos simultáneamente.

Hubo gritos, cruces verbales y hasta intervención del personal de seguridad. El escaño siguió en poder de la radical Belén Malaisi, quien lo ocupa desde la salida temporal de Passaglia.
Mientras tanto, en el Senado, y durante el cuarto intermedio de espera, se vivió una postal atípica: legisladores le cantaron el cumpleaños al jefe del bloque Unión y Libertad, Sergio Vargas, antes de retomar la sesión que terminaría aprobando el paquete financiero.
Otro momento tenso se produjo cuando la diputada del Frente de Izquierda Laura Cano cuestionó la votación sin debate previo del expediente. Ante el silencio del recinto preguntó: “¿Alguien me va a responder?”, escena que terminó sumando aplausos desde algunas bancas opositoras.
Críticas desde la oposición dura
Finalizada la votación, Sebastián Pareja (La Libertad Avanza) y Manuel Passaglia (HECHOS) cargaron contra el acuerdo. Denunciaron un “pacto de la vieja política” y acusaron a Kicillof de usar la deuda como excusa para distribuir cargos en organismos clave, principalmente en el Banco Provincia, para asegurarse mayorías antes del recambio legislativo.
Desde LLA insistieron en que no acompañarán ninguna ley que implique expansión del endeudamiento y calificaron al reparto de cargos como una práctica alejada de cualquier criterio de austeridad.
Kicillof y la agenda 2026
Con la ley aprobada, el Ejecutivo bonaerense obtiene una herramienta clave para afrontar vencimientos, ordenar pasivos y financiar gastos corrientes en un escenario económico complejo, marcado por la reducción de transferencias nacionales y la necesidad de sostener programas provinciales.
Para municipios como La Plata, la discusión sobre la distribución del fondo local será central en los próximos meses, mientras se esperan definiciones de la comisión bicameral que deberá monitorear el reparto y la ejecución de los recursos.


