Sábado 28 de junio de 2025
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Kicillof contraatacó a Milei desde Mar del Plata: “El que insulta y grita no tiene razón”

Axel Kicillof respondió a los ataques de Javier Milei, defendió la universidad pública y marcó la cancha para las elecciones 2025. Con intendentes y militantes, el gobernador busca liderar un frente peronista contra el ajuste. ¿El inicio de una nueva batalla política?

En un acto cargado de simbolismo político, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, desembarcó hoy en Mar del Plata para encabezar un plenario de militancia que reunió a intendentes, funcionarios y dirigentes bonaerenses. El evento, realizado en la explanada del Museo MAR, sirvió como plataforma para responder a las recientes críticas e insultos del presidente Javier Milei y para consolidar su liderazgo como referente del peronismo de cara a las elecciones legislativas del 7 de septiembre y 26 de octubre de 2025. Con un discurso enfocado en la defensa de la universidad pública y la crítica a las políticas de ajuste del Gobierno nacional, Kicillof marcó la cancha en un año electoral clave.

Un mensaje claro contra Milei

El acto en Mar del Plata, en la intersección de Ricardo Gutiérrez y Concepción Arenal, atrajo a cientos de militantes y figuras clave del peronismo, incluyendo intendentes como Gustavo Barrera (Villa Gesell) y referentes sindicales cercanos al gobernador. En su discurso, Kicillof apuntó directamente contra la gestión de Milei, a quien acusó de “descargar su odio” sobre la universidad pública y de promover un modelo económico con una mirada “muy estrecha y mezquina”. “Ellos lo llaman libertad, pero lo que avanza es la restricción, la pérdida de derechos y la desigualdad”, afirmó, destacando programas provinciales como Puentes como una “refutación” de las políticas nacionales de desfinanciamiento educativo.

La respuesta de Kicillof llega tras un jueves agitado en La Plata, donde Milei cerró un congreso libertario con duros agravios contra el gobernador, tildándolo de “pichón de Stalin”, “bruto” y “pelotudo”. El presidente también acusó a Kicillof de liderar una provincia sumida en un “baño de sangre” por la inseguridad y de ser incapaz de reducir el gasto público. En Mar del Plata, Kicillof optó por no devolver los insultos en el mismo tono, subrayando: “En la provincia creemos que el que insulta y el que grita es porque no tiene razón”. Esta réplica, medida pero contundente, busca posicionar al gobernador como un líder dialoguista frente a la retórica agresiva de Milei.

Mar del Plata como epicentro político

La elección de Mar del Plata no fue casual. Como ciudad clave de la Quinta Sección Electoral, el acto sirvió para medir fuerzas territoriales y fortalecer el armado del Movimiento Derecho al Futuro (MDF), el espacio político que Kicillof lanzó en mayo para consolidar su liderazgo dentro del peronismo y enfrentar al oficialismo. Acompañado por la vicegobernadora Verónica Magario y referentes como el exintendente marplatense Gustavo Pulti, Kicillof aprovechó para destacar los logros de su gestión, como la entrega de móviles policiales y el impulso a políticas educativas, en contraste con los recortes nacionales.

El gobernador también envió un mensaje a la interna peronista, llamando a la unidad frente a lo que calificó como “el único adversario”: Javier Milei. “No podemos distraernos. Hay que hablarle a nuestro pueblo, no solo a los dirigentes”, aseguró, en un guiño a quienes piden evitar las disputas internas en Unión por la Patria. Sin embargo, la ausencia de figuras clave de La Cámpora y el Frente Renovador evidencia las tensiones latentes en el armado electoral, especialmente en torno al posible desdoblamiento de las elecciones provinciales.

La universidad pública como bandera

Un eje central del discurso de Kicillof fue la defensa de la educación pública, en un contexto donde el Gobierno nacional ha sido criticado por el desfinanciamiento de las universidades. “A pesar del odio que descargan sobre el sistema universitario, la educación pública sobrevive por sus docentes, investigadores, estudiantes, autoridades y la democracia”, afirmó, destacando la resiliencia del sector ante las políticas de ajuste. Este mensaje resuena especialmente en Mar del Plata, sede de la Universidad Nacional de Mar del Plata, y busca captar el apoyo de sectores medios y profesionales desencantados con el oficialismo.

Kicillof también vinculó la educación con el desarrollo económico, argumentando que “cada pibe que se recibe no solo aporta a su felicidad, sino a la comunidad, la Nación y la Provincia”. Esta narrativa contrasta con las declaraciones de Milei, quien en foros internacionales como Davos ha cuestionado políticas de género, feminismo y educación pública, generando controversias que Kicillof aprovecha para reforzar su imagen de defensor de los derechos sociales.

Hacia las elecciones: un frente “anti-Milei”

El acto en Mar del Plata marca el inicio de una serie de plenarios que el kicillofismo planea realizar en las distintas secciones electorales bonaerenses, con el objetivo de construir un frente amplio que no solo enfrente a La Libertad Avanza, sino que también ordene el peronismo de cara a 2027. La consigna “Es con Axel” comienza a consolidarse como un sello político, respaldado por intendentes que buscan mayor protagonismo en el armado de listas legislativas.

Sin embargo, el camino no está exento de desafíos. La retórica agresiva de Milei, respaldada por un 47% de aprobación según recientes encuestas, sigue resonando en sectores que celebran su estilo confrontacional. Además, las críticas de medios afines al oficialismo, como La Derecha Diario, acusan a Kicillof de mentir sobre la gestión provincial y de usar la tragedia para polarizar el discurso. En este contexto, el gobernador apuesta por un mensaje que combine gestión, unidad peronista y una crítica frontal al “modelo de ajuste” de Milei.

Un año electoral que comienza a calentarse

El cruce entre Kicillof y Milei, a solo meses de las elecciones legislativas, anticipa una campaña marcada por la polarización. Mientras el presidente redobla su estrategia de insultos y confrontación, Kicillof busca capitalizar el descontento con las políticas nacionales y posicionarse como líder de una oposición “constructiva”. En Mar del Plata, el gobernador no solo respondió a los agravios, sino que plantó una bandera clara: “La derecha o los derechos”. La batalla electoral, que ya se siente en las calles bonaerenses, promete ser intensa.

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