Desde Azul, el gobernador bonaerense denunció que el respaldo de Washington a Milei fue un negocio millonario para el país del norte. Reclamó fondos, cuestionó la falta de respuesta de Nación y advirtió sobre la negación de la realidad social.
Axel Kicillof volvió a marcar distancia con el gobierno nacional durante un acto en Azul. Allí criticó la ayuda financiera de Estados Unidos al presidente Javier Milei, señalando que el país del norte “se llevó lo que puso con ganancias” y que el costo lo paga “el hijo de la pavota”, en referencia a la sociedad argentina.
La ayuda como negocio millonario
El mandatario bonaerense sostuvo que el respaldo de Donald Trump y de la administración estadounidense no fue un gesto altruista, sino una operación que benefició económicamente a Washington. “No hay nada gratis: lo que entra, sale multiplicado”, enfatizó, en un mensaje que buscó instalar la idea de dependencia y desigualdad en la relación bilateral.
Reclamos de fondos y falta de escucha
Kicillof insistió en la necesidad de que Nación atienda los reclamos de recursos para la provincia de Buenos Aires. “No quieren escuchar sobre una realidad que desconocen pero que además niegan”, disparó, en alusión a la falta de respuesta oficial frente a las demandas territoriales.
El discurso en Azul se inscribe en la estrategia del gobernador de visibilizar las dificultades económicas y sociales de la provincia. Con un tono crítico, buscó contrastar la narrativa nacional con la realidad cotidiana de los bonaerenses, reforzando su perfil opositor dentro del mapa político argentino.


