Sábado 2 de agosto de 2025
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Kicillof desafía a Cristina y a Massa: anunciaría el desdoblamiento electoral en la Provincia esta semana

El Gobernador avanza con su plan para separar las elecciones bonaerenses de las nacionales y esta firme con eliminar las PASO, mientras el cristinismo lo frena y el massismo juega al misterio. El apoyo de los intendentes. Una pulseada que puede cambiar el 2025.

La interna del Partido Justicialista (PJ) en la provincia de Buenos Aires sigue sumando capítulos de tensión. A menos de siete meses de las elecciones legislativas de 2025, el gobernador Axel Kicillof avanza con paso firme hacia el desdoblamiento de los comicios provinciales, mientras el cristinismo y el massismo exhiben posturas divergentes que traban cualquier posibilidad de consenso. El dilema sobre las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y la fecha de las elecciones generales sigue sin resolverse, dejando al peronismo bonaerense en un laberinto político que podría definir su futuro.

Kicillof, convencido de que separar las elecciones provinciales de las nacionales le permitirá plebiscitar su gestión y fortalecer su liderazgo, no oculta su intención de desdoblar los comicios. En un reciente acto en Tornquist, el gobernador dejó claro su diagnóstico: «Dos elecciones juntas el mismo día va a generar demoras, problemas… En la provincia, la gran mayoría de los intendentes quieren que se haga en dos días distintos». Sin mencionar directamente a Cristina Fernández de Kirchner, su mensaje resonó como una advertencia a quienes dentro del PJ buscan unificar el calendario electoral con el nacional, fijado para el 26 de octubre.

El cristinismo, liderado por la expresidenta y actual titular del PJ nacional, apuesta por una estrategia opuesta. Para este sector, concurrir a las urnas el mismo día que los comicios nacionales es clave para «nacionalizar» el debate, polarizar con Javier Milei y evitar que la discusión se centre en los problemas locales, como la inseguridad en el conurbano, que podrían desgastar la imagen de Kicillof. Esta postura quedó reflejada en el proyecto presentado por la senadora Teresa García, que propone suspender las PASO pero exige que las elecciones bonaerenses sean concurrentes con las nacionales, un mensaje político directo al gobernador.

Por su parte, el massismo, encabezado por Sergio Massa, mantiene un silencio táctico. Aunque fuentes cercanas al líder del Frente Renovador sugieren que preferiría un desdoblamiento posterior a octubre –para capitalizar un eventual desgaste de Milei–, su falta de definición pública agrega incertidumbre al tablero. «El massismo no expone su preferencia, pero está claro que busca preservar la unidad del peronismo mientras evalúa el escenario nacional», señaló un dirigente consultado por este medio.

En el medio de esta pulseada, las PASO bonaerenses siguen en el ojo de la tormenta. Kicillof convocó las primarias para el 13 de julio mediante el decreto 367/2025, pero insiste en que la Legislatura las suspenda. «Aspira a que las PASO se caigan», aseguran desde su entorno, donde creen que eliminarlas simplificaría la logística y le daría mayor control sobre el cronograma electoral. Sin embargo, la sesión especial para tratar esta suspensión se frustró el pasado 20 de marzo, evidenciando las fracturas internas del PJ. Mientras un sector de legisladores kicillofistas presentó su propio proyecto, La Cámpora y el massismo se ausentaron, postergando el debate al menos una semana.

El reloj político apremia. Si Kicillof logra imponer su voluntad, podría adelantar las elecciones provinciales a septiembre, obligando a la oposición –especialmente a La Libertad Avanza, aún débil en estructura territorial– a reorganizarse en tiempo récord. «Desdoblar complicaría el armado libertario y pondría el foco en la gestión provincial», analizó un asesor del gobernador. Pero el costo no es menor: organizar unos comicios separados implicaría un despliegue millonario que la provincia debería financiar sola, en un contexto de ajuste económico.

La oposición, mientras tanto, observa con cautela. Juntos por el Cambio y sectores dialoguistas como el diputado Gustavo Cuervo ya presentaron proyectos para institucionalizar el desdoblamiento, pero exigen definiciones claras. «Kicillof no puede seguir manoseando el calendario electoral», criticaron desde el radicalismo.

Con el peronismo fragmentado y sin una estrategia unificada, el gobernador parece decidido a jugar su propia partida. ¿Logrará Kicillof imponer el desdoblamiento y sortear la presión del cristinismo? ¿O cederá ante la unificación que reclaman Cristina y sus aliados? Las próximas semanas serán clave para desentrañar este rompecabezas electoral que no solo definirá el 2025 bonaerense, sino también el rumbo del PJ en su pelea por recuperar el poder.

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