Miércoles 27 de agosto de 2025
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Kicillof se mantiene en silencio tras las críticas de Máximo, pero crece el malestar en el peronismo

El gobernador Axel Kicillof eligió el silencio frente a las críticas de Máximo Kirchner, pero en el Partido Justicialista bonaerense crece el malestar. La interna se agita justo en medio de la campaña electoral y a pocos días de las elecciones del 7 de septiembre.

Las declaraciones de Kirchner, realizadas en un acto en Quilmes junto a Mayra Mendoza, Facundo Tignanelli y Jorge Taiana, se viralizaron el lunes pasado y sorprendieron a buena parte de la dirigencia peronista. Allí el líder de La Cámpora cuestionó la distribución de recursos provinciales: “Hace un año, en La Plata me decían ‘qué linda está la ciudad’. Ojalá el gobernador ponga la misma plata en Quilmes que pone en La Plata”, disparó.

El enojo interno no se centra solo en el contenido, sino en el momento elegido: las críticas llegaron en plena campaña y tras el impacto político por los audios de Diego Spagnuolo, ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad, que denunció un sistema de coimas en el organismo estatal. Dirigentes del PJ sostienen que ese escenario pedía unidad, no reproches públicos.

Desde el entorno de Kicillof prefieren no entrar en la disputa. “Lo importante es la elección, no las internas”, señaló un ministro provincial a Infobae. Otros dirigentes, más irónicos, apuntaron: “La obsesión de Máximo con Axel es insólita. Parece personal”. Un intendente del conurbano, alineado con el espacio Movimiento Derecho al Futuro, fue más directo: “Fue un error. El fuego amigo ahora no tiene sentido. Hay que enfrentar a Milei, no abrir frentes internos”.

Las diferencias vuelven a exponer las fisuras en el peronismo bonaerense. Algunos jefes comunales ya analizan un escenario sin La Cámpora, pensando en 2027. “Si Axel quiere competir, tiene que romper definitivamente con el cristinismo”, deslizó un intendente de peso.

A este clima interno se suma la falta de una estrategia unificada. No hay una mesa política común ni un discurso coordinado. Cada sector avanza con su propia agenda, mientras la campaña gira en torno a confrontar con el modelo de Javier Milei, una bandera que parece insuficiente para ordenar la tropa.

Kicillof responde a Milei y revela que le ofrecieron ser candidato testimonial

En paralelo, Kicillof salió al cruce del presidente Javier Milei, quien denunció un supuesto fraude en las elecciones bonaerenses. “Si la boleta de papel fuera un instrumento de fraude, Milei no sería presidente, porque ganó casi sin fiscales”, remarcó en declaraciones radiales.

El mandatario defendió el sistema de votación provincial y recordó que “nunca hubo denuncias serias de fraude”. También sorprendió al confirmar que, durante el cierre de listas, le propusieron encabezar como candidato testimonial. “Me ofrecieron y lo pensé, porque el momento es grave, pero decidí no presentarme. Igual estoy al frente de la campaña como si lo fuera”, señaló.

El gobernador busca reforzar su perfil en la campaña, aun sin figurar en las boletas, con un discurso que combina defensa de la gestión y críticas al oficialismo nacional. En el PJ, sin embargo, las miradas siguen puestas en cómo sortear las tensiones internas sin perder de vista el objetivo central: retener poder en la provincia más poblada del país.

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