Un reciente estudio de la consultora Fixer revela un panorama político complejo y polarizado de cara a las legislativas de 2025.
Entre los datos más destacados, Axel Kicillof, gobernador de Buenos Aires, alcanzó un 44% de imagen positiva, superando a Javier Milei, quien quedó en el 42%. Este crecimiento contrasta con el retroceso del Presidente, que perdió siete puntos en un año, cayendo a 42% de aceptación y con una imagen negativa que creció hasta el 54%.
La polarización se refleja en los números de intención de voto: La Libertad Avanza (LLA) lidera con el 37%, mientras que el peronismo, respaldado por Cristina Fernández de Kirchner, llega al 35%. Esta diferencia mínima, dentro del margen de error, plantea un escenario electoral incierto.
Kicillof y el desgaste de Milei
El avance de Kicillof, que sumó ocho puntos de imagen positiva en el último año y redujo su rechazo del 53% al 50%, podría estar vinculado a su distancia respecto de las figuras más influyentes del kirchnerismo, como Cristina y Máximo Kirchner. En contraste, Milei parece haber pagado el costo de las internas con aliados como Mauricio Macri y Victoria Villarruel, cuya imagen positiva cayó de 50% a 37% en el último año.
En el ámbito nacional, el peronismo tiene en Cristina Kirchner a su figura mejor posicionada después de Kicillof. Sin embargo, tanto Juan Grabois, con 38% de aceptación y 52% de rechazo, como otros referentes, enfrentan dificultades para consolidar su imagen en el electorado.
La llave del PRO y la UCR en el tablero electoral
El informe de Fixer muestra que la viabilidad de una victoria de La Libertad Avanza dependerá de su capacidad para tejer alianzas con el PRO y la UCR. En un escenario de coalición, esta fuerza alcanzaría el 46% de los votos, superando cómodamente al peronismo unido, que quedaría en 38%. Sin embargo, el PRO enfrenta su propia crisis: con apenas un 6% de intención de voto, el partido se encuentra al borde de la irrelevancia. Mauricio Macri, con un 27% de imagen positiva, sigue siendo el referente más destacado, aunque su valoración está lejos de ser competitiva.
Economía, pobreza y desempleo: el nuevo termómetro social
Un dato llamativo del estudio es el cambio en las preocupaciones de los ciudadanos. Aunque la inflación sigue siendo un tema central, su relevancia bajó al 11%, un mínimo histórico. En su lugar, los principales problemas percibidos son el sistema judicial (38%), la pobreza (37%), la corrupción (34%) y el sistema político (31%). Este último dato parece reflejar una creciente percepción de que Milei y su entorno no logran distanciarse de las estructuras que prometieron combatir.
La preocupación por el desempleo también creció significativamente, pasando del 9% en diciembre de 2023 al 27% actual. Esto se suma a un pesimismo generalizado sobre la mejora económica a corto plazo, con un 52% de los encuestados sin expectativas de recuperación.
En el marco de esta tensión política y económica, los números de intención de voto y las percepciones sociales podrían tener un impacto significativo en la provincia de Buenos Aires y en áreas urbanas como La Plata. Las cifras sobre pobreza y desempleo, que afectan particularmente a esta región, plantean interrogantes sobre el rol de los gobiernos locales y provinciales en el manejo de la crisis.
La carrera hacia 2025 no solo estará marcada por las alianzas electorales, sino también por la capacidad de las fuerzas políticas para responder a las demandas sociales más urgentes.