El gobernador acusó a la Justicia de “conspirar contra la voluntad de votar” por los cambios en los centros de votación. El Juzgado Federal, encabezado por Ramos Padilla, ratificó la medida. En el peronismo hay enojo, sospechas internas y temor por una baja participación en los comicios del 7 de septiembre.
La decisión del Juzgado Federal con competencia electoral de modificar los centros de votación en toda la provincia generó un sismo político. El gobernador Axel Kicillof denunció que la medida “conspira contra la voluntad de votar” y advirtió sobre el riesgo de una participación reducida.
El argumento judicial: eficiencia y accesibilidad
Desde el juzgado que encabeza Alejo Ramos Padilla, explicaron que el reordenamiento busca mejorar la accesibilidad y evitar demoras. Se basaron en un trabajo de geolocalización realizado durante dos años, con apoyo de organismos oficiales. La medida afecta al 80% del padrón bonaerense.
Enojo en el peronismo y sospechas de operación política
En el oficialismo provincial hay malestar. Intendentes, ministros y referentes del PJ temen que la modificación perjudique la movilización del voto. Algunos señalan a Cristina Kirchner como posible impulsora de la medida, en una jugada que podría debilitar a Kicillof desde adentro.
Ramos Padilla se defiende: “No hay evidencia de que afecte la participación”
El juez negó que los cambios puedan incidir negativamente en el nivel de votación. “No está comprobado desde la ciencia política”, afirmó. Además, anunció capacitaciones en los 135 municipios para garantizar el funcionamiento de las mesas.
Con la interna peronista al rojo vivo y la ciudadanía desinformada sobre los nuevos lugares de votación, el escenario electoral se vuelve incierto. El resultado del 7 de septiembre podría redefinir no solo el mapa político bonaerense, sino también el liderazgo dentro del peronismo.
