Lunes 15 de septiembre de 2025
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La Cámara de la Construcción advirtió por la crisis del sector y pidió un plan federal de largo plazo

La Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) volvió a encender las alarmas sobre la situación del sector y advirtió que la paralización de las obras públicas y privadas está llevando a la actividad a una “crisis terminal”. La entidad reclamó la puesta en marcha de un plan federal de infraestructura con horizonte de 20 años que permita reactivar proyectos y dar previsibilidad a empresas y trabajadores.

El pronunciamiento se produjo durante la reunión del Consejo Federal realizada en Paraná, Entre Ríos, donde los empresarios remarcaron que la construcción es clave para el desarrollo económico y social del país. “La infraestructura no es solo una actividad económica: es una herramienta de inclusión, progreso y equidad”, expresaron desde CAMARCO.

Obras frenadas, competitividad en riesgo y deuda creciente

Según la Cámara, el freno en la inversión estatal “genera pérdidas económicas, frena servicios esenciales, compromete la competitividad y aumenta la deuda de infraestructura”. A esto se suma que el sector privado también está paralizado, lo que impacta directamente en el empleo y en el entramado productivo.

Las críticas también se enfocaron en la falta de inversión, que se refleja en rutas deterioradas, sistemas energéticos obsoletos y puertos sin modernización. “Este déficit eleva el costo argentino, resta competitividad, limita el desarrollo regional y compromete el futuro productivo”, remarcaron.

En ese marco, la entidad exigió que se reactive la infraestructura social —viviendas, hospitales, escuelas, agua y saneamiento— y que se resuelvan los contratos paralizados junto con las deudas que el Estado mantiene con las constructoras por obras ya ejecutadas.

La propuesta: un plan federal a 20 años

Desde CAMARCO plantearon la necesidad de recuperar la senda del desarrollo con un esquema de largo plazo que contemple reactivación de proyectos frenados, reconocimiento de deudas, financiamiento mixto entre Estado y privados, créditos hipotecarios y políticas de transparencia que fortalezcan a los gobiernos locales. “Queremos ser parte de la solución. Queremos construir futuro”, aseguraron.

Datos que confirman la recesión

Las cifras oficiales acompañan el diagnóstico negativo. Según el INDEC, la construcción cayó un 1,8% en julio en comparación con el mes anterior y el índice tendencia-ciclo tuvo una variación negativa del 1,2%.

En paralelo, el Índice Construya (IC) —que mide el despacho de insumos básicos para la construcción— registró en agosto una baja del 5,5% interanual y del 8,6% respecto a julio. “El cambio en el contexto macroeconómico, reflejado en la suba de la tasa de interés, está impactando en la dinámica del sector”, explicaron desde el sector privado, aunque esperan que el efecto sea transitorio.

La realidad, sin embargo, es que la construcción sigue sin señales de recuperación y se mantiene en terreno negativo, con un impacto directo en el empleo y en la economía en general.

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