Martes 17 de junio de 2025
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La CGT se desmarcó del PJ y dejó en libertad de acción a los sindicatos por la marcha por Cristina

La decisión de la CGT de no asistir al encuentro con el PJ y dejar en libertad de acción a los sindicatos refleja la complejidad de un peronismo dividido entre la lealtad a Cristina Kirchner y la necesidad de renovarse para recuperar la confianza ciudadana.

La Confederación General del Trabajo (CGT) decidió esta tarde no asistir a la reunión prevista con el Consejo Nacional del Partido Justicialista (PJ) y optó por otorgar “libertad de acción” a los gremios para decidir su participación en la marcha convocada para este miércoles en apoyo a Cristina Fernández de Kirchner.

La resolución, tomada en una reunión de la mesa chica en la sede de Sanidad, también descarta un paro general, aunque abre la puerta a paros parciales por parte de sindicatos alineados con la expresidenta. Esta decisión llega en un contexto de alta polarización tras la confirmación de la condena de seis años de prisión y la inhabilitación política perpetua contra Kirchner por parte de la Corte Suprema en la causa Vialidad.

Un paso atrás de la CGT en la interna peronista

La reunión entre la CGT y el PJ, que buscaba coordinar una respuesta conjunta ante la situación judicial de Cristina Kirchner, fue suspendida tras intensas deliberaciones internas en la central obrera. Según fuentes gremiales, la mayoría de los dirigentes cegetistas, encabezados por Héctor Daer y Carlos Acuña, consideraron que una participación directa en el encuentro con el PJ podría interpretarse como una alineación explícita con el kirchnerismo, un sector con el que la cúpula de la CGT mantiene una relación compleja desde hace años.

En lugar de movilizarse como organización, la CGT emitirá un comunicado simbólico de apoyo a la marcha, expresando “un abrazo grande” a quienes decidan participar, pero sin comprometerse institucionalmente. “La CGT no es un local partidario”, afirmó Octavio Argüello, uno de los triunviros de la central, en declaraciones radiales, subrayando que cualquier medida de fuerza debería abordar problemáticas más amplias y no limitarse a la defensa de Kirchner.

Libertad de acción: una puerta abierta a los gremios kirchneristas

La decisión de otorgar “libertad de acción” a los sindicatos refleja la heterogeneidad dentro de la CGT. Gremios como SMATA, liderado por Mario Manrique, y la UOM, encabezada por Abel Furlán, han manifestado su intención de movilizarse y evalúan medidas de fuerza, como paros parciales o cortes de rutas, para repudiar la condena a Kirchner. Manrique, quien renunció a la CGT en octubre pasado y es diputado nacional por Unión por la Patria, fue categórico: “Si meten presa a Cristina, varios gremios vamos a parar”.

Otros sindicatos, como la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), también confirmaron su presencia en la marcha, que comenzará a las 10 de la mañana frente a la residencia de Kirchner en Recoleta y culminará en los tribunales de Comodoro Py. La movilización, bajo el lema “Argentina con Cristina”, espera reunir a sectores kirchneristas, peronistas y movimientos sociales, aunque la ausencia de la CGT como institución podría restarle volumen.

El contexto:de la decisión cenetista

La decisión de la CGT se enmarca en un momento crítico para el peronismo, tras la ratificación de la Corte Suprema de la condena a Cristina Kirchner por corrupción en la causa Vialidad. La sentencia, que incluye seis años de prisión y una inhabilitación perpetua para cargos públicos, frustró las aspiraciones de la expresidenta de competir por una banca en la legislatura bonaerense en las elecciones de septiembre. Kirchner, de 72 años, probablemente cumplirá la pena bajo arresto domiciliario, pero el fallo ha galvanizado a sus seguidores, que denuncian una persecución política orquestada por el gobierno de Javier Milei y sus aliados.

La expresidenta, quien lidera el PJ desde 2024, ha calificado a los jueces de la Corte como “títeres” y ha acusado al gobierno de intentar silenciarla por su crítica a las políticas de austeridad de Milei. En un discurso reciente, Kirchner desafió: “Adelante, métanme presa. ¿De verdad creen que esto arreglará algo? Estaré tras las rejas, pero la gente estará peor cada día”. Sus palabras resonaron entre sus bases, pero no lograron unificar al sindicalismo ni al peronismo en su conjunto.

Tensiones internas y el futuro del peronismo

La postura de la CGT evidencia las fracturas dentro del peronismo, donde figuras como Axel Kicillof, gobernador de Buenos Aires, y Ricardo Quintela, de La Rioja, buscan consolidar su liderazgo frente a un kirchnerismo que, aunque debilitado, conserva una base leal. En octubre de 2024, la CGT ya había tomado distancia de Kirchner al apoyar un proceso de renovación en el PJ que favorecía a Kicillof como posible presidente del partido, una movida que generó roces con el sector ultrakirchnerista.

Analistas políticos coinciden en que la decisión de la CGT de no alinearse directamente con Kirchner busca preservar su autonomía en un escenario de creciente polarización. “La CGT está jugando a dos puntas: no quiere quedar pegada al kirchnerismo puro, pero tampoco puede ignorar la presión de sus bases más combativas”, señaló Rosendo Fraga, analista político, en diálogo con AFP.

Una marcha bajo incertidumbre

La marcha de este miércoles será un termómetro del poder de convocatoria del kirchnerismo sin el respaldo pleno de la CGT. La presencia de gobernadores como Kicillof, movimientos como La Cámpora y sectores sindicales disidentes garantizará una movilización significativa, pero la falta de una acción unificada podría diluir su impacto. Además, los organizadores temen posibles enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, tras las advertencias de la ministra Patricia Bullrich sobre la aplicación del protocolo antipiquetes.

Mientras tanto, el gobierno de Milei celebró el fallo judicial como un golpe al “kirchnerismo” y reforzó su discurso anticorrupción. “Justicia”, escribió el presidente en X, sin mencionar directamente a Kirchner. El oficialismo apuesta a que la condena debilite al peronismo de cara a las elecciones legislativas, aunque la polarización podría fortalecer la narrativa de victimización de Kirchner entre sus seguidores.

El peronismo fragmentado

La decisión de la CGT de no asistir al encuentro con el PJ y dejar en libertad de acción a los sindicatos refleja la complejidad de un peronismo dividido entre la lealtad a Cristina Kirchner y la necesidad de renovarse para recuperar la confianza ciudadana. Mientras los tribunales de Comodoro Py se preparan para recibir a la expresidenta, las calles de Buenos Aires serán el escenario de una protesta que, aunque numerosa, no contará con el peso institucional de la central obrera. El futuro del peronismo, con o sin Kirchner, sigue siendo una incógnita en un país donde la política se escribe día a día.

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