El mercado de activos digitales se reactiva con fuerza tras años de retroceso y busca en el fútbol una vía para reconectar con los usuarios.
Luego de un período de retraimiento marcado por la caída de precios, el mundo cripto vuelve a mirar con entusiasmo al deporte como canal de masificación. En los últimos meses, múltiples compañías del sector retomaron estrategias de sponsoreo a nivel global y Argentina aparece como uno de los destinos predilectos para comprar bitcoins, impulsada por su alta adopción y el fanatismo local por el fútbol.
Esto ya que diversas firmas están desembarcando en el país, ya sea registrándose formalmente como Proveedores de Servicios de Activos Virtuales (PSAV) o explorando el entorno regulatorio y de mercado.
A pesar del entusiasmo, el mercado cripto argentino no es terreno virgen. Hoy existen más de 140 empresas registradas como PSAV y otras 50 están en proceso de inscripción.
La Comisión Nacional de Valores (CNV) ha endurecido los requisitos, y se estima que entre un 30% y un 40% de las firmas actuales quedarán fuera del registro.
El fútbol, otra vez la puerta de entrada
Sin embargo, referentes del sector creen que aún hay margen para crecer, especialmente si se logra captar nuevos usuarios.
Esto debido al resurgimiento del sponsoreo deportivo, que no sólo se limita a Argentina. A nivel global, diferentes empresas como Tether también están apostando fuerte por el deporte.
Según datos de la agencia SportQuake, las empresas cripto invirtieron casi US$ 170 millones en acuerdos con equipos de la Premier League para la temporada 2024/25, una cifra récord en comparación con los años anteriores.
Aunque lejos aún del pico de US$ 681 millones invertidos en 2022, el repunte es evidente: en 2024 los acuerdos totalizaron US$ 305 millones, frente a los US$ 247 millones del año anterior.
El valor promedio de los contratos también creció, pasando de US$ 2,6 millones en 2024 a US$ 4,3 millones en los primeros meses de 2025.
Este nuevo impulso responde, en parte, al fuerte aumento del precio de Bitcoin y al renovado optimismo en torno al sector, incentivado por un posible regreso de Donald Trump con políticas pro-cripto en Estados Unidos.