Frente a la Catedral Inmaculada Concepción, el artista Martín Ron pinta un colosal homenaje al “Papa de la paz” de casi 50 metros de altura, transformando a La Plata en un faro de arte y espiritualidad. Descubre cómo esta obra monumental está conquistando corazones y miradas globales.
En el corazón de La Plata, donde la historia y la espiritualidad convergen frente a la majestuosa Catedral Inmaculada Concepción, una obra monumental está transformando el paisaje urbano. Se trata del mural más grande del mundo dedicado al Papa Francisco, un homenaje al primer pontífice argentino, conocido como el “Papa de la paz”. Con casi 50 metros de altura y más de 5 metros de ancho, esta creación del reconocido muralista Martín Ron no solo busca romper récords, sino también resignificar el espacio público con un mensaje de fraternidad y esperanza.
Un tributo al legado de Jorge Bergoglio
La iniciativa, impulsada por la Municipalidad de La Plata, se alza en la emblemática esquina de las calles 14 y 54, a pocos metros de la Catedral, uno de los templos católicos más imponentes de América. La obra, que comenzó a tomar forma en los últimos días, captura la atención de transeúntes y turistas que se detienen a diario para observar el avance de esta pieza de arte urbano. El mural, ejecutado con una técnica hiperrealista, representa al Papa Francisco sonriendo con una paloma blanca en la mano, un símbolo universal de paz que refleja el legado de Jorge Bergoglio.
Martín Ron, un muralista de renombre internacional oriundo de Tres de Febrero, lidera un equipo de cinco artistas en este ambicioso proyecto. Con intervenciones previas en ciudades como Londres, Moscú, Miami y Buenos Aires, Ron aporta su estilo característico, marcado por un realismo impactante que da vida a cada trazo. La obra, que se realiza sobre un andamio colgante debido a las características estructurales del edificio, avanza capa por capa en un proceso que se extenderá por aproximadamente 20 días.
“HOLA MAMÁ”: La firma personal de Ron
Como es tradición en sus trabajos, Ron dejó su sello distintivo en los primeros trazos del mural: la inscripción “HOLA MAMÁ”. Este guiño afectuoso, que el artista comenzó a incluir tras olvidarse de avisar a su madre durante un viaje a Moscú, se ha convertido en una marca de su identidad artística. Aunque la frase ya comienza a desvanecerse bajo las capas de pintura que dan forma a la imagen del Papa, su presencia inicial añadió un toque humano y cercano a este proyecto monumental.
“Esto comenzó cuando me olvidé de avisarle a mi mamá que estaba en Moscú. Desde entonces, lo repito en cada mural como un saludo personal”, explicó Ron en declaraciones previas, destacando la conexión emocional que impregna en cada una de sus obras.
Un nuevo ícono cultural y turístico
El mural no solo es un homenaje al Papa Francisco, fallecido recientemente, sino también una apuesta de La Plata por consolidarse como un destino cultural y turístico de relevancia. Ubicado en el casco fundacional de la ciudad, frente a la Catedral y la Plaza Moreno, el proyecto busca integrarse al circuito turístico local, combinando arte, espiritualidad e identidad urbana. La elección del lugar no es casual: la Catedral Inmaculada Concepción, con sus torres de 112 metros y su estilo neogótico inspirado en las catedrales de Amiens y Colonia, es un símbolo de la ciudad y un punto de referencia para visitantes de todo el mundo.
La obra, que ya muestra avances significativos con la paloma blanca completamente pintada, está diseñada para replicar una de las imágenes más icónicas del pontífice. Según las autoridades municipales, el mural estará finalizado en las próximas semanas, convirtiéndose en un nuevo hito que atraerá a locales y turistas por igual. “Es un proyecto que trasciende lo visual. Busca resignificar el espacio público y rendir homenaje a un líder espiritual que promovió la paz y la fraternidad”, destacaron desde la Municipalidad.
La Plata: Un lienzo para el arte urbano
La creación de este mural refuerza el compromiso de La Plata con el arte urbano como herramienta para embellecer y dinamizar los espacios públicos. La ciudad, conocida por su diseño urbanístico planificado y su riqueza arquitectónica, encuentra en esta obra una oportunidad para proyectarse al mundo. La intervención de Martín Ron, con su precisión técnica y su capacidad para conectar con el público, eleva el arte callejero a un nivel de trascendencia global.
Mientras el mural toma forma, los platenses y visitantes se acercan con curiosidad, capturando fotos y compartiendo en redes sociales el progreso de esta obra colosal. En un mundo donde el arte urbano se consolida como un medio de expresión y transformación, La Plata se posiciona como un referente, uniendo la memoria de un Papa que marcó historia con la creatividad de uno de los muralistas más destacados del momento.