El Concejo Deliberante aprobó por unanimidad el nuevo ordenamiento territorial de Julio Alak, que delimita la zona urbana y da solución a más de 280 barrios irregulares. Con 6.800 viviendas en juego, descubre cómo esta norma histórica transforma el futuro de la ciudad.
El Concejo Deliberante de La Plata sancionó por unanimidad la primera fase del nuevo Plan de Ordenamiento Territorial impulsado por el intendente Julio Alak, marcando un hito en la regulación del crecimiento urbano de la ciudad. La ordenanza, que delimita los límites de la zona urbana del partido y establece un mecanismo para regularizar unos 170 loteos con situaciones administrativas incompletas, pone fin a una década de desorden urbanístico y busca garantizar un desarrollo sostenible. Según estimaciones del Departamento Ejecutivo, la norma deroga autorizaciones de “más de 280 barrios” aprobados irregularmente por la gestión anterior, sin la necesaria convalidación provincial.
Un paso hacia la planificación urbana
El proyecto, presentado por el oficialismo tras meses de trabajo conjunto con el Consejo Federal de Inversiones (CFI), la Fundación CEPA y el gobierno bonaerense, redefine el modelo de ciudad en sintonía con el diseño fundacional de La Plata. La nueva normativa clasifica el suelo en zonas urbana, periurbana y rural, y prohíbe construcciones en áreas de riesgo de inundación, respondiendo a una demanda histórica de planificación responsable.
Durante la sesión de hoy, los 24 concejales respaldaron el texto, que había sido objeto de intensos debates en la Comisión de Planeamiento. La unanimidad refleja un consenso político poco habitual, logrado tras incorporar modificaciones propuestas por la oposición, como la regulación de asentamientos precarios (impulsada por la UCR) y la limitación del alcance a los loteos ya identificados, según reclamó el PRO.
Regularización de loteos: una solución para miles de familias
Uno de los pilares de la ordenanza es el Programa de Tratamiento Administrativo de Loteos Ilegales, que aborda la situación de 170 desarrollos urbanos con trámites inconclusos, muchos de los cuales quedaron paralizados desde octubre de 2024 por el decreto 2514/24. Este decreto, firmado por Alak, suspendió 76 ordenanzas aprobadas entre 2013 y 2023 que autorizaban más de 280 barrios sin la aprobación provincial, generando incertidumbre para miles de familias y paralizando el sector de la construcción.
La nueva norma otorga un plazo de 60 días hábiles, desde su entrada en vigencia, para que los desarrollos con viviendas construidas o aprobaciones parciales regularicen su situación. Según datos oficiales, los 170 loteos afectados incluyen unas 6.800 viviendas, de las cuales 2.800 corresponden a 241 urbanizaciones con más de 20 casas. Los emprendimientos con menos de 20 viviendas en zonas no habilitadas podrán empadronarse, pero no subdividir los terrenos.
“Esta ordenanza no solo ordena el crecimiento de La Plata, sino que da una solución concreta a miles de familias que viven en la incertidumbre. Es un acto de justicia urbanística”, afirmó el secretario de Planeamiento, Sergio Resa, en la previa a la votación.
Un freno a la expansión descontrolada
El intendente Julio Alak, quien desde su asunción en 2023 denunció la proliferación de loteos irregulares, calificó la sanción como “un punto de inflexión”. En su discurso de apertura de sesiones de 2025, había advertido que los 400 barrios aprobados sin convalidación provincial entre 2013 y 2023 generaban una demanda de infraestructura equivalente a “22 presupuestos municipales”, haciendo inviable la provisión de servicios básicos como transporte, salud y seguridad.
La derogación de las autorizaciones de más de 280 barrios, otorgadas durante las gestiones de Pablo Bruera y Julio Garro, responde a irregularidades detectadas, como la falta de convalidación provincial exigida por la Ley 8912 de Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo. Estas irregularidades, denunciadas por Alak ante la Justicia en 2024, incluyen casos de abuso de autoridad y violación de deberes de funcionario público.
Reacciones y desafíos pendientes
La aprobación unánime fue celebrada por el oficialismo, pero no estuvo exenta de críticas. Desde la UCR + PRO, el concejal Diego Rovella destacó la inclusión de propuestas opositoras, aunque advirtió que “el éxito dependerá de la implementación efectiva”. Por su parte, el Colegio de Arquitectos de la Provincia, que había alertado sobre la parálisis en el sector constructivo, expresó optimismo por la reactivación que podría generar la regularización.
Sin embargo, persisten desafíos. La Municipalidad deberá garantizar la transparencia en el proceso de regularización y evitar la reincidencia en la venta de loteos ilegales, un problema que sigue vigente según denuncias de concejales como Belén Muñoz. Además, la segunda fase del Plan de Ordenamiento Territorial, que abordará parámetros como alturas máximas de construcción y transporte público, está prevista para 2026, lo que exigirá continuidad en el consenso político.
Un futuro ordenado
Con la sanción de esta ordenanza, La Plata da un paso firme hacia un modelo de ciudad planificado, que prioriza la sostenibilidad y la equidad territorial. La delimitación de la zona urbana y la regularización de loteos irregulares no solo resuelven un problema heredado, sino que sientan las bases para un desarrollo urbano que respete el legado fundacional de la capital bonaerense.
Mientras el Municipio prepara la implementación del programa, los platenses aguardan con expectativa los próximos pasos de una gestión que, con este logro, reafirma su compromiso con el orden y la legalidad.