Lunes 12 de mayo de 2025
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La Plata se prepara para una renovación clave en su Concejo Deliberante en septiembre de 2025

Con cinco bancas en juego para el oficialismo y siete para la oposición, el escenario se presenta como un termómetro de la gestión del intendente Julio Alak y un desafío para las fuerzas que buscan reposicionarse tras la ruptura de Juntos por el Cambio. Sin embargo, la renovación no será solo de nombres: algunos ediles, por límites legales, no podrán volver a postularse

La Plata se alista para un nuevo capítulo político en las elecciones legislativas de septiembre de 2025, donde el Concejo Deliberante renovará la mitad de sus 24 bancas. Este proceso, que involucra a 12 escaños, pondrá a prueba el equilibrio de fuerzas entre el oficialismo de Unión por la Patria (UxP) y una oposición fragmentada, liderada por el PRO, la UCR y sectores libertarios. Con cinco bancas en juego para el oficialismo y siete para la oposición, el escenario se presenta como un termómetro de la gestión del intendente Julio Alak y un desafío para las fuerzas que buscan reposicionarse tras la ruptura de Juntos por el Cambio. Sin embargo, la renovación no será solo de nombres: algunos ediles, por límites legales, no podrán volver a postularse, lo que añade incertidumbre a la contienda.

Un Concejo en transición: el reparto de bancas

El Concejo Deliberante platense, actualmente compuesto por cinco bloques, refleja la complejidad política de la ciudad. Según datos recientes, Unión por la Patria ostenta 10 bancas, consolidándose como la primera minoría. Le siguen el PRO con 5 escaños, la UCR + PRO con otros 5, La Libertad Avanza (LLA) con 4 y un unibloque bullrichista liderado por Belén Muñoz. En septiembre, 12 concejales electos en 2021 deberán renovar o ceder sus lugares, y la oposición lleva la mayor carga: siete de sus ediles finalizan mandato, frente a cinco del oficialismo.

Por el lado de UxP, los concejales que terminan su período son Yanina Sánchez, Cristian Vander, Julio Cuenca, Juan Granillo Fernández y Cintia Mansilla. Los primeros tres, provenientes del ámbito gremial, asumieron en diciembre de 2023 como suplentes de Ana Negrete, Luis Arias y Guillermo Escudero, quienes pidieron licencia para integrarse al gabinete de Alak. Granillo Fernández y Mansilla, por su parte, están referenciados con la diputada nacional Victoria Tolosa Paz. La normativa electoral permite la reelección por un período consecutivo, pero algunos de estos ediles, como Mansilla, podrían enfrentar restricciones si ya cumplieron dos mandatos seguidos, aunque la información disponible no lo confirma explícitamente.

La oposición, en cambio, arriesga más terreno. El PRO pone en juego tres bancas: Juan Martínez Garmendia, presidente del bloque, Lucía Barbier y Lucas Lascours. La UCR, con tres escaños en disputa, despide a Manuela Forneris, Diego Rovella y Javier Mor Roig, este último tras un paso por la Autoridad del Agua. Finalmente, Belén Muñoz, del unibloque PRO Libertad y alineada con el bullrichismo, también concluye su mandato. Los únicos que no arriesgan bancas son los libertarios Guillermo Bardón, María Florencia Defeo y Florencia Barcia, electos en 2023 y con mandato hasta 2027.

Reelecciones en jaque: el límite de los mandatos

Un factor crítico en esta elección es la Ley Orgánica Municipal, modificada en 2016, que limita a los concejales a dos mandatos consecutivos. Esto implica que algunos ediles, especialmente aquellos que ingresaron en 2017 y renovaron en 2021, no podrán postularse nuevamente. Aunque las fuentes no detallan exhaustivamente quiénes están alcanzados por esta restricción, se sabe que figuras como Cintia Mansilla (UxP) o Diego Rovella (UCR) podrían estar impedidos de continuar, dado su tiempo en el recinto. Esta limitación obliga a los partidos a renovar sus listas con nuevos nombres, lo que podría alterar las dinámicas internas de cada bloque.

Para el oficialismo, la salida de figuras clave podría ser un desafío, pero también una oportunidad para consolidar liderazgos emergentes. En la oposición, la fragmentación post-Juntos por el Cambio complica el panorama. El PRO y la UCR, que hasta 2023 integraban un solo bloque, ahora compiten por mantener su influencia en un Concejo donde ningún sector tiene mayoría absoluta. La irrupción de LLA, que duplicó su representación en 2025 tras el pase de Belén Muñoz al bullrichismo, añade un elemento disruptivo.

El contexto político: Alak bajo la lupa

Las elecciones de septiembre no solo definirán la composición del Concejo, sino que también servirán como un plebiscito de la gestión de Julio Alak, quien asumió la intendencia en 2023 tras una reñida victoria sobre Julio Garro. Con un presupuesto 2025 aprobado por mayoría simple, gracias al apoyo de UxP y la UCR + PRO, Alak ha logrado avanzar en su agenda, pero las negociaciones con la oposición han sido constantes. Temas como la ordenanza impositiva, que ajustó la tasa SUM, o el pedido de los taxistas por un aumento tarifario reflejan las tensiones entre las necesidades económicas y las demandas sociales.

La oposición, por su parte, busca capitalizar cualquier descontento. El PRO, liderado por Martínez Garmendia, y la UCR, bajo la conducción de Rovella, intentarán recuperar terreno perdido tras la división de JxC. LLA, con figuras como Defeo y Bardón alineadas a Carolina Piparo, apuesta a consolidarse como tercera fuerza, mientras que el bullrichismo de Muñoz enfrenta el desafío de sostener su unibloque.

¿Qué está en juego?

La renovación del Concejo Deliberante platense no es solo un trámite electoral; es un punto de inflexión para la gobernabilidad de La Plata. Si UxP retiene sus cinco bancas o gana alguna más, Alak podría acercarse al quórum propio, facilitando la aprobación de proyectos clave. Para la oposición, conservar sus siete escaños es vital para mantener su capacidad de veto y negociación. Sin embargo, la imposibilidad de reelección de algunos ediles y la irrupción de nuevos candidatos podrían redibujar el mapa político local.

A medida que se acerque septiembre, las listas de candidatos y las estrategias de campaña comenzarán a tomar forma. Por ahora, La Plata se prepara para un proceso electoral que no solo renovará nombres, sino que también pondrá a prueba la cohesión de sus fuerzas políticas. En un Concejo donde nadie tiene mayoría absoluta, cada banca cuenta, y el resultado de estas elecciones podría definir el rumbo de la ciudad hasta 2027.

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