Miércoles 4 de junio de 2025
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La UNLP cayó 20 lugares en un ranking global y alertan por el impacto del recorte en ciencia y educación

La Universidad Nacional de La Plata descendió al puesto 752 en el ranking CWUR 2025. Especialistas advierten que la caída en investigación, consecuencia directa del ajuste presupuestario, empuja hacia abajo a las principales casas de estudio del país.

La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) perdió 20 posiciones en el último ranking mundial elaborado por el Center for World University Rankings (CWUR), que evalúa a las mejores instituciones de educación superior a nivel global. A pesar del retroceso, la UNLP se mantiene como la segunda mejor universidad pública del país, por detrás de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que también bajó 19 escalones y quedó en el puesto 409 del listado.

El informe 2025 del CWUR refleja una tendencia preocupante: seis de las siete universidades argentinas que integran el top 2000 mundial perdieron posiciones respecto al año anterior. El principal factor detrás de este descenso generalizado es la caída del rendimiento en investigación, una consecuencia directa de la crisis de financiamiento que atraviesan las universidades públicas, profundizada por los recortes aplicados por el Gobierno nacional.

El CWUR, con sede en Emiratos Árabes Unidos, analiza más de 21.000 universidades de todo el mundo y selecciona a las 2.000 mejores según cuatro indicadores: calidad educativa (25%), empleabilidad de los egresados (25%), nivel del cuerpo docente (10%) y producción en investigación (40%). En este ranking, la investigación —fuertemente medida por publicaciones en revistas internacionales y el impacto de las citas— tiene un peso central.

Entre las universidades argentinas, solo la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) logró mejorar su ubicación, subiendo del puesto 974 al 819. El resto sufrió un retroceso: Rosario quedó en el puesto 1576, el Litoral en el 1693, Cuyo en el 1793 y Mar del Plata en el 1841. La Universidad Nacional del Sur, de Bahía Blanca, que había ingresado al ranking en 2024, quedó fuera este año.

“El debilitamiento del rendimiento en investigación y los recortes presupuestarios son determinantes en este retroceso”, advirtió Nadim Mahassen, presidente del CWUR. Para el especialista, Argentina está quedando rezagada frente a otros países que están priorizando estratégicamente la educación y la ciencia, en un contexto de competencia académica global cada vez más exigente.

El impacto del ajuste en ciencia y educación ya había sido denunciado por el sistema universitario argentino, que atribuye gran parte del deterioro al congelamiento de partidas y la paralización de programas estratégicos. Según el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), las universidades públicas son responsables del 70% de la producción científica nacional. La falta de financiamiento afecta de forma directa esa capacidad.

A esto se suma un contexto de paralización casi total de la política científica nacional. Durante los últimos meses, investigadores y becarios del Conicet protagonizaron protestas en todo el país por la falta de recursos, el recorte de becas, la suspensión de ingresos y la interrupción de programas clave como Raíces, que repatriaba científicos argentinos del exterior, o la compra de equipamiento.

Desde el CIN alertaron que el presupuesto proyectado para el sector científico apenas representa el 0,15% del PBI, el nivel más bajo de la historia reciente. En paralelo, se cancelaron contratos con editoriales internacionales, dejando a las universidades sin acceso a publicaciones clave para continuar con sus investigaciones.

“La interrupción de los subsidios, el freno a la cooperación internacional y la pérdida del poder adquisitivo de los investigadores están empujando al sistema científico al borde del colapso”, señaló Pablo Evelson, decano de Farmacia y Bioquímica de la UBA. El académico advirtió que muchos profesionales altamente calificados ya migraron al exterior, y que esa fuga de talentos será muy difícil de revertir.

A nivel regional, la UBA figura como la quinta universidad latinoamericana mejor posicionada, detrás de instituciones como la Universidad de São Paulo (118), la UNAM de México (282), la Universidad Federal de Río de Janeiro (331) y la Universidad de Campinas (369), todas con mayor respaldo presupuestario y políticas sostenidas de desarrollo académico y científico.

Mientras tanto, en la cima del ranking global, se mantienen las universidades estadounidenses Harvard, MIT y Stanford, seguidas por las británicas Cambridge y Oxford. Este año, por primera vez, China logró ubicar más universidades en el top 2000 que Estados Unidos, como resultado de una fuerte inversión sostenida en ciencia y educación superior.

Para la comunidad académica local, el mensaje es claro: sin financiamiento estratégico, la Argentina corre el riesgo de quedar fuera del mapa universitario internacional.

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