La Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires se prepara para una jornada clave este martes, donde el oficialismo intentará avanzar con la suspensión de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) y abrir la puerta a elecciones concurrentes con el calendario nacional.
El proyecto, impulsado inicialmente por el massista Rubén Eslaiman, vuelve a escena con respaldo renovado del kirchnerismo, que busca reagrupar fuerzas tras el traspié legislativo de la semana pasada. A diferencia de esa última sesión, La Cámpora y el Frente Renovador aseguran tener mejores condiciones para alcanzar el quorum de 47 diputados necesario para habilitar el tratamiento del tema.
La estrategia electoral del peronismo bonaerense —tensada por las internas entre el cristinismo, el massismo y la gobernación— apunta a una movida táctica: suspender las PASO y, en paralelo, habilitar una elección “concurrente”. Esto permitiría votar el mismo día que los comicios nacionales, pero con sistemas diferenciados, lo que abre una alternativa para competir con mayor volumen ante el avance de Javier Milei en el conurbano.
En este marco, el gobernador Axel Kicillof, que en un principio había avalado la propuesta de Eslaiman, luego optó por impulsar un proyecto alternativo a través de la diputada Susana González. Esa iniciativa no sólo suspende las PASO, sino que además extiende los plazos de convocatoria a elecciones y presentación de padrones, lo cual dejaría la puerta abierta a un eventual desdoblamiento.
El punto más controvertido del debate es la inclusión de un artículo que permita efectivamente la realización de elecciones provinciales concurrentes con las nacionales. Desde la Gobernación ya marcaron distancia: consideran que la implementación de dos sistemas distintos —dado que a nivel nacional regirá la Boleta Única de Papel— presenta una complejidad logística muy difícil de resolver en tiempo y forma. El propio Kicillof lo reiteró días atrás en un acto en el Teatro Argentino de La Plata.
A pesar de las advertencias del Ejecutivo, el bloque que responde a Cristina Kirchner insiste en avanzar. Actualmente cuenta con unas 15 bancas propias, a las que se sumarían otras 10 del Frente Renovador. Aún les faltarían al menos 22 votos para lograr la mayoría simple que permita avanzar con el tratamiento del texto.
Desde la oposición ya dejaron en claro su postura: los bloques de La Libertad Avanza, PRO, la UCR que responde a Maximiliano Abad y el Frente de Izquierda anticiparon que no acompañarán ninguna iniciativa que implique modificar el calendario electoral.
Además, aunque el proyecto lograra sortear el escollo en Diputados, todavía debería superar la instancia del Senado, donde la situación es más incierta. Por ahora, no hay convocatoria formal y la vicegobernadora Verónica Magario no firmó ningún llamado a sesión. Incluso si ambas cámaras aprueban la ley, el gobernador mantiene la potestad de no promulgarla.
En tanto, el calendario electoral corre sin modificaciones. Las PASO provinciales siguen fijadas para el 13 de julio, aunque el margen de maniobra política se achica con el correr de los días. El martes podría marcar un punto de inflexión en la pulseada por el modelo electoral que definirá la hoja de ruta del peronismo bonaerense rumbo a las generales.