Miércoles 30 de abril de 2025
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Los intendentes radicales rechazan un acuerdo con Milei y apuestan por reflotar Juntos con el PRO

Los intendentes de la UCR rechazan un pacto con La Libertad Avanza y buscan recomponer la alianza con el PRO para enfrentar las elecciones de 2025. ¿Podrán unificar la oposición y frenar al oficialismo?

En un contexto de creciente polarización política y con las elecciones legislativas de 2025 en el horizonte, los intendentes radicales de Argentina han marcado una postura clara: rechazan cualquier acercamiento electoral con La Libertad Avanza (LLA), el partido liderado por el presidente Javier Milei, y proponen recomponer la alianza con el PRO para reflotar la coalición Juntos por el Cambio. Este movimiento, que busca consolidar una oposición sólida frente al oficialismo, refleja las tensiones internas en el radicalismo y la búsqueda de un rumbo estratégico en un escenario político fragmentado.

El rechazo a Milei: una decisión con raíces ideológicas y pragmáticas

La Unión Cívica Radical (UCR), uno de los partidos históricos de Argentina, enfrenta un dilema crucial: cómo posicionarse frente a un gobierno libertario que, aunque comparte ciertos postulados económicos con sectores de la oposición, genera rechazo por su estilo confrontacional y políticas de ajuste. Según publicaciones recientes en X, intendentes radicales de diversas provincias, especialmente de Córdoba y Buenos Aires, han expresado su negativa a sumarse a LLA, a pesar de los intentos de Sebastián Pareja, referente de Milei en la provincia bonaerense, por captar dirigentes para las listas libertarias. «Hay cosas que no se pueden negociar», señalaron algunos líderes radicales, subrayando diferencias ideológicas y la percepción de que el proyecto de Milei carece de anclaje territorial en los municipios.

En Córdoba, el diputado Rodrigo de Loredo, una de las figuras emergentes de la UCR, encabezó reuniones con intendentes que alertaron sobre la falta de impacto de la «reactivación económica» prometida por Milei en los pueblos del interior. «El plan A es ir con el PRO», afirmó De Loredo, dejando en claro que la prioridad es recomponer Juntos por el Cambio para enfrentar tanto al oficialismo como al peronismo. Esta postura responde a una lectura pragmática: los intendentes consideran que aliarse con LLA podría alienar a su base electoral y debilitar su influencia local, mientras que una alianza con el PRO les permitiría mantener una estructura competitiva.

Tensiones en el PRO y la sombra de Macri

El PRO, por su parte, no es un actor pasivo en esta ecuación. Mauricio Macri, líder histórico del partido, ha tensado las negociaciones con Milei al insistir en un acuerdo que incluya a los intendentes radicales, una estrategia que busca fortalecer el poder territorial de la oposición frente a la falta de candidatos competitivos de LLA en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, las relaciones entre el PRO y LLA están marcadas por la desconfianza. Milei ha criticado públicamente a Macri, acusándolo de priorizar «negocios» en la Ciudad de Buenos Aires, mientras que Karina Milei, hermana del presidente y encargada de las negociaciones políticas, prefiere incorporar dirigentes individuales del PRO en lugar de sellar un acuerdo partidario.

En este marco, los intendentes radicales ven una oportunidad para liderar la reconstrucción de Juntos por el Cambio. Según fuentes periodísticas, figuras como Maximiliano Abad, titular de la UCR bonaerense, están impulsando reuniones con el PRO para delinear una estrategia conjunta que evite la fragmentación opositora. Sin embargo, las internas dentro del radicalismo, especialmente la disputa entre Abad y Martín Lousteau por la conducción del partido, complican el panorama. A esto se suma la resistencia de algunos sectores del PRO, liderados por Cristian Ritondo y Diego Santilli, que ven con buenos ojos un acuerdo con LLA para las elecciones bonaerenses, lo que genera fricciones con la postura de Macri.

Un cálculo electoral con mirada en 2025

La decisión de los intendentes radicales de priorizar al PRO sobre LLA responde a un cálculo electoral claro. En la provincia de Buenos Aires, donde se concentran casi el 40% de los votos del país, Juntos por el Cambio tiene una base consolidada que podría capitalizarse si se logra un frente unificado. Los radicales, con fuerte presencia en el interior bonaerense, consideran que su alianza con el PRO les otorga mayor competitividad frente a un LLA que, aunque cuenta con el respaldo presidencial, carece de estructura municipal sólida. Además, la percepción de que las políticas de ajuste de Milei no han generado mejoras tangibles en los distritos del interior refuerza la apuesta por un proyecto opositor alternativo.

Por otro lado, el rechazo a Milei también tiene un componente simbólico. Los intendentes radicales, muchos de los cuales gobiernan municipios desde hace décadas, buscan diferenciarse de un discurso oficialista que tilda a la «casta política» de ineficiente. Al apostar por Juntos por el Cambio, intentan proyectar una imagen de moderación y experiencia en la gestión, en contraste con el estilo disruptivo de LLA.

DesafĂ­os y perspectivas

El camino hacia la recomposición de Juntos por el Cambio no está exento de obstáculos. Las tensiones internas en ambos partidos, sumadas a la fragmentación de la oposición no peronista, podrían debilitar el frente si no se logra un acuerdo claro antes de las elecciones de septiembre (provinciales) y octubre (nacionales) de 2025. Además, el peronismo, aunque golpeado tras la derrota de 2023, sigue siendo un actor competitivo que podría capitalizar cualquier división en el espacio opositor.

Para los intendentes radicales, la apuesta por el PRO es una jugada arriesgada pero estratégica. Si logran consolidar un frente opositor sólido, podrían posicionarse como una alternativa creíble frente al oficialismo y el kirchnerismo. Sin embargo, deberán sortear las resistencias internas y las presiones de LLA, que no parece dispuesto a ceder terreno fácilmente en su intento por ampliar su base electoral.

El rechazo de los intendentes radicales a un acuerdo con Milei y su apuesta por recomponer Juntos con el PRO marcan un punto de inflexión en la política bonaerense de cara a 2025. En un escenario donde la fragmentación y la polarización son la norma, la UCR busca recuperar su protagonismo histórico, pero el éxito de esta estrategia dependerá de su capacidad para articular una oposición unida y convincente. Por ahora, el mensaje es claro: el radicalismo no está dispuesto a negociar sus principios ni su identidad en el altar del libertarismo.

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