Para evitar más fugas a LLA, Mauricio acri reunió a sus senadores bonaerenses, en un contexto de creciente tensión electoral de cara a las legislativas de 2025. Buscó alinear a la tropa amarilla en la provincia más poblada del país, donde el oficialismo libertario intensifica su operativo de seducción sobre dirigentes opositores.
En busca de consolidar su liderazgo y evitar nuevas deserciones hacia La Libertad Avanza (LLA), Mauricio Macri, expresidente de la Nación y titular del PRO, reunió ayer a los senadores bonaerenses de su partido en sus oficinas de la Ciudad de Buenos Aires. El encuentro, que tuvo lugar en un contexto de creciente tensión electoral de cara a las legislativas de 2025, buscó alinear a la tropa amarilla en la provincia más poblada del país, donde el oficialismo libertario intensifica su operativo de seducción sobre dirigentes opositores.
Un mensaje de unidad frente a la amenaza libertaria
La reunión, que contó con la presencia de casi todos los senadores del bloque –solo faltó Alejandro Rabinovich, cercano al intendente marplatense Guillermo Montenegro–, tuvo como eje central la necesidad de fortalecer la identidad del PRO en Buenos Aires. Según fuentes del partido, Macri enfatizó la importancia de una agenda enfocada en seguridad, desarrollo productivo y gestión eficiente, en respuesta a las demandas ciudadanas y como contrapeso al discurso disruptivo de Javier Milei.
“Analizamos la situación económica y social de la provincia, que requiere responsabilidad, eficiencia y una gestión que priorice las verdaderas necesidades de la gente”, señaló el senador platense Marcelo Leguizamón tras el encuentro. Los legisladores también discutieron la coyuntura electoral, apostando por “un proceso ordenado, transparente y adaptado a las necesidades actuales de la Provincia”.
El expresidente, acompañado por la vicepresidenta del PRO, Soledad Martínez, buscó enviar un mensaje claro: la unidad es clave para evitar que más figuras del partido se sumen a LLA, como ya ocurrió con el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, y legisladores porteños cercanos a Patricia Bullrich, como Juan Pablo Arenaza, Silvia Imas y María Luisa González Estevarena.
El contexto: una provincia en disputa
La provincia de Buenos Aires es un territorio clave para las elecciones de 2025, y tanto el PRO como LLA saben que su peso electoral puede definir el rumbo político del país. En los últimos meses, el oficialismo, liderado por armadores como Sebastián Pareja y Santiago Caputo, ha desplegado una estrategia agresiva para captar dirigentes del PRO y del radicalismo, especialmente en el interior bonaerense, donde la UCR tiene fuerte arraigo.
Macri, consciente de esta ofensiva, busca revitalizar el PRO como una fuerza competitiva y autónoma, evitando que se diluya en una alianza con LLA. Sin embargo, las tensiones internas persisten. Dirigentes como Guillermo Montenegro y Diego Santilli han mostrado cierta cercanía con los libertarios, mientras que Patricia Bullrich, actual ministra de Seguridad, lidera un sector que abiertamente promueve una fusión con el oficialismo.
Estrategia electoral y críticas al gobierno provincial
Durante el encuentro, los senadores del PRO también apuntaron al gobernador Axel Kicillof, a quien acusan de no abordar con seriedad la inseguridad en el conurbano. “Esperamos atentos el mensaje del gobernador para conocer cuál es su plan contra la inseguridad que golpea a la Provincia”, declararon, en un intento de posicionarse como una oposición firme frente al Frente de Todos.
Macri, por su parte, apuesta a robustecer el armado electoral del PRO con figuras jóvenes y renovadas, como parte de su “operativo nueva generación”. Este plan, que incluye el lanzamiento de candidatos en febrero, busca mostrar territorialidad y frenar la narrativa de un partido en declive.
Desafíos y escepticismo
A pesar de los esfuerzos de Macri, en el PRO hay escepticismo sobre la posibilidad de un acuerdo institucional con LLA en Buenos Aires. Las recientes declaraciones de Pareja, quien afirmó que los dirigentes del PRO “estaban regalados” y no necesitaban ser comprados, reflejan las fricciones entre ambos espacios.
Además, la salida de legisladores porteños hacia LLA, impulsada por Bullrich, ha debilitado la posición de Jorge Macri en la Legislatura de la Ciudad, lo que genera preocupación en el entorno del expresidente. “La jugada de Bullrich expone el debilitamiento de Mauricio y complica el armado en la provincia”, señaló una fuente cercana al PRO.
Mirando hacia 2025
Con las elecciones legislativas en el horizonte, Mauricio Macri sabe que el PRO debe recuperar su centralidad en Buenos Aires para no quedar relegado frente al avance libertario. La reunión con los senadores bonaerenses es solo un paso en un camino plagado de desafíos: mantener la unidad, frenar las fugas y construir una alternativa que convenza a los votantes desencantados con el oficialismo y el kirchnerismo.
Mientras tanto, en la Casa Rosada, Milei y sus estrategas observan con atención. La batalla por Buenos Aires apenas comienza, y el PRO, bajo el liderazgo de Macri, deberá demostrar que aún tiene el músculo político para pelearla.
