El desenlace de esta sesión no solo definirá el futuro de las reelecciones indefinidas, sino que también marcará el rumbo de la interna peronista en un contexto de creciente polarización. Con la oposición en alerta y el oficialismo dividido, el Senado bonaerense se prepara para un debate que promete ser intenso y decisivo.
La vicegobernadora de la provincia de Buenos Aires, Verónica Magario, ha vuelto a convocar al Senado bonaerense para una sesión clave el próximo martes, con el objetivo de avanzar en la aprobación de un proyecto que permita las reelecciones indefinidas de legisladores, concejales y consejeros escolares. Este nuevo intento del peronismo, liderado por el sector kirchnerista, busca derogar la Ley 14.836, sancionada en 2016 durante la gestión de María Eugenia Vidal, que limita a dos los mandatos consecutivos para estos cargos.
Sin embargo, la interna peronista añade un matiz al debate: el sector alineado con el gobernador Axel Kicillof presiona para que la norma también contemple a los intendentes, un punto que genera tensiones y pone a prueba la unidad del oficialismo.
Un nuevo capítulo en la disputa por las reelecciones
El proyecto, impulsado por el senador kirchnerista Luis Vivona, cuenta con el respaldo de 12 legisladores de Unión por la Patria (UP), entre ellos figuras clave como Teresa García, y propone eliminar las restricciones de reelección para senadores, deputados, concejales y consejeros escolares, pero excluye explícitamente a los intendentes. Esta exclusión ha generado fricciones dentro del peronismo, ya que el kicillofismo, representado por la senadora Ayelén Durán, presentó una iniciativa paralela que sí incluye a los jefes comunales, respondiendo a la presión de más de 80 intendentes que, de mantenerse la normativa actual, no podrían presentarse en 2027.
La sesión del pasado 4 de junio, destinada a tratar el proyecto de Vivona, fracasó por falta de quórum, en gran parte debido a la ausencia de la senadora massista Sofía Vanelli, quien públicamente rechazó la iniciativa, y de Federico Fagioli, del sector graboista. Este revés evidenció las dificultades del peronismo para alinear votos, especialmente en un contexto donde la oposición, liderada por el PRO y sectores libertarios, se muestra firme en su rechazo a las reelecciones indefinidas, argumentando que perpetúan a la «casta» política y debilitan la alternancia democrática.
La interna peronista como telón de fondo
El debate sobre las reelecciones indefinidas no es solo una cuestión legislativa, sino un reflejo de las tensiones internas dentro del peronismo bonaerense. Por un lado, el sector kirchnerista, liderado por figuras como Máximo Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, prioriza la reelección de legisladores como una forma de consolidar su influencia en la Legislatura. Por otro, el kicillofismo, respaldado por el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), ve en la inclusión de los intendentes una estrategia para fortalecer su base territorial, dado que los jefes comunales son un pilar clave del armado político del gobernador.
La jugada de Kicillof no es menor. Según un relevamiento, 82 intendentes, de los cuales 52 son peronistas, no podrían presentarse en 2027 si no se modifica la ley actual. Entre ellos figuran nombres de peso como Fernando Espinoza (La Matanza), Mayra Mendoza (Quilmes) y Jorge Ferraresi (Avellaneda). La senadora Durán, alineada con el ministro Andrés Larroque, busca con su proyecto dar respuesta a esta demanda, pero su iniciativa aún no cuenta con dictamen de comisión, lo que complica su tratamiento inmediato.
Verónica Magario, como presidenta del Senado, ha jugado un rol estratégico al girar el proyecto de Durán a la comisión de Legislación General, otorgándole estado parlamentario y abriendo la puerta a una posible negociación. Sin embargo, la falta de consenso dentro del bloque oficialista, sumada a la resistencia de aliados clave como el Frente Renovador de Sergio Massa, pone en duda la viabilidad de ambas propuestas.
Oposición y críticas: la «casta» en el centro del debate
La oposición, liderada por el PRO, la UCR y La Libertad Avanza, ha sido contundente en su rechazo. Diego Garciarena, presidente del bloque UCR-Cambio Federal, y Guillermo Castello, de La Libertad Avanza, han calificado las reelecciones indefinidas como un intento de perpetuarse en el poder, en detrimento de la democracia. El intendente de San Isidro, Ramón Lanús (PRO), también criticó la iniciativa, señalando que «la política que solo vela por sus propios intereses es la misma que después se sorprende por la baja participación en las urnas».
El massismo, que en 2016 impulsó junto a Vidal la ley que limita los mandatos, se encuentra en una posición incómoda. La senadora Sofía Vanelli, clave para alcanzar los 24 votos necesarios (el oficialismo cuenta con 21 senadores), ha reiterado su oposición, aunque algunos sectores especulan con una posible flexibilización de su postura si se excluye a los intendentes.
El contexto político y los próximos pasos
El debate sobre las reelecciones indefinidas se da en un año electoral clave, con elecciones provinciales desdobladas el 7 de septiembre y nacionales el 27 de octubre. La falta de diálogo directo entre Kicillof y Cristina Kirchner, sumada a la reciente condena judicial de la expresidenta, ha tensionado aún más las negociaciones dentro del peronismo. La sesión del martes será un termómetro de la capacidad del oficialismo para unificar criterios y reunir los votos necesarios, especialmente ante la posibilidad de tratar el proyecto de Vivona sobre tablas, que requiere solo mayoría simple.
Por su parte, Kicillof ha defendido públicamente la reelección indefinida, argumentando a través de su ministro Carlos Bianco que las restricciones actuales son «proscriptivas» y limitan la voluntad popular. «A las sociedades con estabilidad política les va mejor», afirmó Bianco, en un intento de justificar la iniciativa en medio de las críticas.
¿Qué esperar de la sesión?
La convocatoria de Magario para el próximo martes incluye, además de las reelecciones, el tratamiento de pliegos judiciales enviados por Kicillof y otros temas pendientes, como un mini presupuesto para condonar deuda a cambio de endeudamiento. La estrategia del peronismo parece ser aprovechar la necesidad de aprobar estos pliegos para garantizar el quórum y, potencialmente, avanzar con el proyecto de Vivona. Sin embargo, la inclusión de los intendentes sigue siendo el principal obstáculo, ya que el kicillofismo no está dispuesto a ceder en su reclamo, mientras que el kirchnerismo prioriza el control legislativo.