Un informe de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de Argentina (AIEPBA) alertó sobre la proliferación de jardines de infantes sin habilitación en toda la provincia de Buenos Aires. Solo en el Gran La Plata se contabilizan más de 100 establecimientos que funcionan al margen del control estatal.
Según la entidad, estos espacios representan un riesgo directo para la seguridad y la educación de miles de niños y niñas, ya que operan sin supervisión pedagógica ni reconocimiento oficial por la Dirección de Educación de Gestión Privada (DIEGEP).
Zonas más afectadas
El relevamiento de AIEPBA detectó jardines irregulares en:
- La Plata, Berisso, Ensenada, Brandsen, Magdalena y Punta Indio (más de 100 casos).
- Quilmes, Berazategui y Florencio Varela (8 jardines sin habilitación).
- Tres de Febrero y Hurlingham (12 jardines irregulares).
“Estos establecimientos no cuentan con personal docente titulado ni supervisión estatal. Nadie controla qué se enseña, cómo se enseña ni quién lo hace”, explicó Martín Zurita, secretario ejecutivo de AIEPBA.
Qué riesgos presentan los jardines sin habilitación
Los jardines habilitados deben cumplir normas básicas de seguridad y educación:
- Docentes con título habilitante.
- Edificios inspeccionados y seguros (salidas de emergencia, instalaciones de gas y eléctricas, patios seguros).
- Agua potable, sanitarios adecuados y ventilación apropiada.
- Protocolos de salud, higiene y emergencia.
- Proyecto educativo oficial y continuidad pedagógica.
En los jardines truchos, ninguna de estas condiciones puede ser garantizada, lo que aumenta los riesgos para los niños.
Cómo evitar inscribir a un niño en un jardín trucho
Con la inscripción abierta para el ciclo lectivo 2026, AIEPBA recomienda:
- Solicitar el número de DIEGEP del jardín antes de inscribir a un niño o niña.
- Verificar en el sitio web oficial si la institución cuenta con reconocimiento oficial.
- Confirmar que los docentes estén titulado y habilitados.
- Comprobar las condiciones edilicias y de seguridad del edificio.
- Revisar que exista un proyecto educativo oficial y protocolos de emergencia.
La entidad enfatiza que los padres deben estar atentos para proteger la educación y seguridad de sus hijos frente a la proliferación de jardines irregulares.
