Sergio Massa reunió ayer a más de 300 dirigentes del Frente Renovador en una videoconferencia cargada de definiciones políticas. El exministro de Economía, fiel a su estilo pragmático, ratificó su apuesta por consolidar un Frente Peronista junto al kirchnerismo, liderado por Máximo Kirchner, y lanzó un mensaje contundente al gobernador Axel Kicillof: la unidad es la única vía para enfrentar las elecciones de septiembre (provinciales) y octubre (nacionales), y no hay lugar para «mezquinos».
El encuentro, que tuvo lugar en la antesala de una reunión clave del Partido Justicialista (PJ) bonaerense prevista para este martes en la histórica sede de Matheu, sirvió para delinear la estrategia electoral del Frente Renovador y reforzar la alianza con el sector kirchnerista, en un contexto marcado por la reciente condena e inhabilitación de Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, la ausencia de representantes del Movimiento Derecho al Futuro (MDF), el espacio que lidera Kicillof, dejó en evidencia las tensiones internas que aún persisten en el peronismo.
### Un frente peronista en marcha, pero sin Kicillof (por ahora)
Massa, con su característica oratoria directa, habló del diseño de un Frente Peronista que ya está en construcción junto a Máximo Kirchner, presidente del PJ bonaerense. Según fuentes cercanas al encuentro, el exministro enfatizó que «la unidad se construye con generosidad» y que el peronismo debe presentarse como una alternativa sólida frente al avance libertario de Javier Milei. «Es peronismo o Milei», sentenció, marcando el tono de la campaña que se avecina.
Sin embargo, la falta de interlocutores del MDF en la mesa de negociación generó ruido. Kicillof, que cuenta con el respaldo de más de 40 intendentes y una sólida estructura territorial, no fue invitado a la primera ronda de conversaciones, lo que desató especulaciones sobre una posible fractura. Desde el entorno del gobernador, insisten en que el MDF debe tener un rol protagónico en el armado de las listas, especialmente en las elecciones provinciales del 7 de septiembre, donde Kicillof busca consolidar su liderazgo.
En un gesto conciliador, Massa reconoció que es «lógico» que Kicillof quiera liderar la campaña bonaerense, dado que el resultado electoral impactará directamente en los dos años que le restan de mandato. Además, propuso que el gobernador defina las cabezas de las listas seccionales, un guiño que busca destrabar las tensiones. No obstante, la advertencia fue clara: si no hay acuerdo de unidad, el Frente Renovador está dispuesto a competir por su cuenta. «Vamos solos», habría dicho Massa ante la consulta de un intendente, según trascendió.
### Candidaturas en la mira: Máximo Kirchner y Massa en el centro de la escena
El encuentro del Frente Renovador también sirvió para abordar las candidaturas de cara a las elecciones. Tras la inhabilitación de Cristina Kirchner, el kirchnerismo impulsa la postulación de Máximo Kirchner como diputado provincial por la Tercera Sección Electoral, un distrito clave para el peronismo. Por su parte, Massa no descartó presentarse como senador bonaerense por la Primera Sección, aunque su decisión final dependerá del éxito de las negociaciones internas.
Además, el exministro mencionó nombres propios dentro de su espacio, como el intendente de San Fernando, Juan Andreotti, como posible candidato por la Primera Sección, y dejó abierta la puerta a una figura «famosa» para la Tercera. Estas especulaciones, sin embargo, pierden fuerza entre los propios massistas, quienes consideran improbable que el Frente Renovador rompa con el PJ para ir con listas propias.
### Un peronismo digital y 2.0: la apuesta de Massa
En un guiño a las nuevas formas de comunicación política, Massa subrayó que «el peronismo será digital y 2.0 o no será». Instó a su tropa a desarrollar propuestas de campaña centradas en temas como capacitación laboral, seguridad, pymes y el apoyo a los productores agropecuarios en el interior bonaerense, con un fuerte componente digital para conectar con los votantes más jóvenes. Esta visión, que busca modernizar el discurso peronista, contrasta con las posturas más tradicionales de algunos sectores del kirchnerismo.
### El desafío de la unidad en un contexto de crisis
El peronismo enfrenta un escenario complejo. La condena de Cristina Kirchner, que cumple prisión domiciliaria tras el fallo por la causa Vialidad, reconfiguró el liderazgo interno y empoderó a Máximo Kirchner y Massa como principales articuladores del armado electoral. Sin embargo, las diferencias con Kicillof, quien insiste en mantener desdobladas las elecciones provinciales y reclama supremacía en el diseño de las listas, amenazan con debilitar la estrategia de unidad.
Desde el MDF, un intendente del conurbano expresó su preocupación: «Todos estamos de acuerdo con la unidad, pero si La Cámpora maneja la lapicera, va a ser difícil». Este sentimiento refleja la desconfianza de algunos sectores hacia el kirchnerismo, que busca capitalizar la movilización en apoyo a Cristina para imponer su agenda.
### La cuenta regresiva ya comenzó
Con el cierre de listas previsto para el 19 de julio, el tiempo apremia. La reunión del martes en la sede del PJ bonaerense será un termómetro clave para medir el grado de compromiso de las distintas facciones peronistas. Además del Frente Renovador, el kirchnerismo y el MDF, se espera la participación de otros espacios como el Frente Patria Grande, Nuevo Encuentro y el Partido Solidario, en un intento de ampliar la coalición.
Massa, consciente de la urgencia, ya mantuvo conversaciones con Cristina Kirchner, Máximo Kirchner y Kicillof para acelerar las definiciones. «No sobra tiempo», advirtió un dirigente cercano al exministro.
### Un peronismo en encrucijada
La crónica de este domingo deja en claro que el peronismo bonaerense está en un punto de inflexión. La alianza entre Massa y Máximo Kirchner marca el rumbo, pero la incorporación de Kicillof y su MDF será determinante para evitar una fragmentación que podría beneficiar a La Libertad Avanza. En un contexto de polarización, donde el lema «Peronismo o Milei» resuena con fuerza, la generosidad que predica Massa será puesta a prueba en las próximas semanas.
La pregunta que flota en el aire es si el peronismo logrará superar sus internas y presentarse como una alternativa competitiva, o si las ambiciones individuales terminarán por fracturar el frente.
