A dos semanas de las elecciones legislativas, el ex ministro de Economía y el gobernador bonaerense discutieron estrategia electoral, gestión y el impacto de la crisis productiva en la provincia.
El encuentro comenzó el miércoles poco antes de las 19:30 en la Casa de Gobierno bonaerense y se extendió hasta pasada la medianoche. Sin convocatoria pública ni fotos oficiales, la cumbre entre Sergio Massa y Axel Kicillof se desarrolló bajo un estricto hermetismo. La discreción alimentó especulaciones sobre definiciones estratégicas en la recta final hacia las legislativas de octubre.
El mensaje: unidad en PBA y a nivel nacional
“La idea es sostener la unidad del peronismo en la provincia y en todo el país”, confió a este medio un dirigente de máxima cercanía con Massa. La frase sintetiza el objetivo central de la reunión: evitar fracturas internas y proyectar cohesión en el distrito clave del mapa electoral.
Además de la estrategia electoral, los dirigentes abordaron la agenda de gestión nacional y provincial. Según la misma fuente, se discutió el impacto de la pérdida de empleo y la caída de 30 mil Pymes en la provincia de Buenos Aires, un dato que preocupa tanto en el plano económico como en el político. La lectura compartida es que la crisis productiva puede erosionar la base social del peronismo si no se articulan respuestas rápidas.
El trasfondo electoral
La reunión se produce en un contexto de alta tensión política, con el oficialismo buscando consolidar su caudal de votos en el principal distrito del país. La unidad entre Massa y Kicillof aparece como un factor decisivo para enfrentar la disputa legislativa y contener las tensiones internas que atraviesan al peronismo.