Viernes 20 de junio de 2025
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¿Máximo Kirchner candidato? La bomba política que divide al peronismo bonaerense

El líder de La Cámpora duda sobre competir tras la proscripción de Cristina, critica a Kicillof y evoca a Néstor en un peronismo fracturado. ¿Se lanzará en las elecciones o priorizará la unidad?

Máximo Kirchner, diputado nacional y líder de La Cámpora, se encuentra en el centro de la escena política argentina tras sus recientes declaraciones sobre una posible candidatura en las elecciones legislativas de 2025. En una entrevista con Radio Con Vos, el presidente del PJ bonaerense expresó: “No me resultaría simpático ser candidato después de la proscripción de Cristina”, refiriéndose a la inhabilitación judicial de su madre, Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, dejó la puerta abierta al afirmar que estará “donde su fuerza política lo necesite”, alimentando especulaciones sobre su rol en la tercera sección electoral, un bastión clave del peronismo. Sus palabras, marcadas por la lealtad a Cristina, la interna con Axel Kicillof y el recuerdo de Néstor Kirchner, reflejan la encrucijada del peronismo en un año electoral decisivo.

La proscripción de Cristina como telón de fondo

La condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua de Cristina Kirchner en la causa Vialidad, confirmada por la Corte Suprema, sigue siendo el eje de la narrativa de Máximo. En la entrevista, calificó el fallo como un “acto proscriptivo” que atenta contra la democracia, un argumento que resuena más allá del kirchnerismo. “Otros espacios, como la izquierda, que no votarían a Cristina, entienden que esto no es bueno para la democracia”, señaló, destacando el impacto de la inhabilitación en el sistema político.

Máximo vinculó su renuencia a candidatearse con esta situación, sugiriendo que asumir un rol protagónico tras la exclusión de su madre podría percibirse como una aceptación tácita de la proscripción. Sin embargo, su disposición a estar “donde el peronismo lo necesite” indica un cálculo estratégico: consolidar la influencia de La Cámpora en la provincia de Buenos Aires sin eclipsar el liderazgo de Cristina.

Tensiones con Kicillof: una interna que define candidaturas

La posibilidad de una candidatura de Máximo también está condicionada por la creciente fractura en el peronismo bonaerense, especialmente con el gobernador Axel Kicillof. La decisión de Kicillof de desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales, fijándolas para el 7 de septiembre, generó críticas desde el kirchnerismo, que veía en una estrategia unificada una mejor oportunidad para enfrentar al gobierno de Javier Milei. Máximo, sin mencionarlo directamente, cuestionó el enfoque “anti-Milei” de Kicillof, calificándolo de “mediocre” y abogando por un proyecto que resalte “las virtudes del pueblo”.

Esta interna no es nueva. En 2023, Máximo sugirió que Kicillof debería haber sido candidato presidencial, una declaración que expuso diferencias sobre el liderazgo del peronismo. El desdoblamiento electoral, defendido por el gobernador como una forma de fortalecer la autonomía bonaerense, fue interpretado por La Cámpora como un movimiento que fragmenta la unidad. La senadora María Teresa García, aliada de Cristina, advirtió que esta estrategia podría derivar en listas separadas, un riesgo que complica las chances de Máximo de encabezar una boleta unificada en la tercera sección electoral.

El legado de Néstor Kirchner: un ancla para su decisión

En sus declaraciones, Máximo recurrió al recuerdo de su padre, Néstor Kirchner, para reforzar su postura. Evocó una conversación en la que el expresidente rechazó la idea de “comer presos” durante su gestión, priorizando la reconstrucción institucional. “Nadie fue vedado de presentarse en una elección en nuestros 12 años de gobierno”, afirmó Máximo, contrastando esa etapa con la actual proscripción de Cristina. Este guiño al legado de Néstor no solo busca inspirar a las bases, sino también legitimar su propia posición como conductor del peronismo bonaerense.

El recuerdo de Néstor también parece influir en la ambivalencia de Máximo sobre su candidatura. Como heredero político, busca equilibrar su rol de líder de La Cámpora con la necesidad de evitar personalismos que puedan debilitar al kirchnerismo en un momento de crisis interna.

¿Candidato o estratega?

Aunque Máximo no descartó competir en la tercera sección electoral, su reticencia a confirmarlo refleja un delicado equilibrio. “Cuando uno tiene conducción, está preparado para asumir los roles que pida la fuerza política”, dijo en C5N, pero insistió en que una candidatura en este contexto no le resulta “simpática”. Esta postura sugiere que su prioridad es fortalecer la unidad del peronismo y mantener viva la figura de Cristina como líder, más que lanzarse como protagonista electoral.

La tercera sección electoral, que incluye distritos populosos como La Matanza, es un territorio estratégico para el peronismo. Una candidatura de Máximo podría consolidar el voto kirchnerista, pero también intensificar la interna con Kicillof, quien busca posicionarse como referente nacional. La decisión final dependerá de las negociaciones internas y de la capacidad del peronismo para superar sus divisiones.

Un peronismo en busca de rumbo

La eventual candidatura de Máximo Kirchner pone en evidencia las tensiones que atraviesan al peronismo en un momento crítico. La proscripción de Cristina ha galvanizado a sus seguidores, pero también ha profundizado las fracturas con sectores que apuestan por Kicillof como líder renovador. Máximo, en su doble rol de conductor y posible candidato, enfrenta el desafío de articular un proyecto que honre el legado kirchnerista sin ceder terreno ante un oficialismo fortalecido.

En este contexto, Máximo llamó a la movilización ciudadana, incluso en forma de voto en blanco, como una forma de resistencia frente al “abuso de poder” judicial y político. “El primer éxito es que la gente vote”, afirmó, subrayando la importancia de recomponer la confianza en la democracia. Sin embargo, su candidatura sigue siendo una incógnita, marcada por la lealtad a Cristina, la interna con Kicillof y el peso del apellido Kirchner en un peronismo que busca reinventarse.

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