La reciente condena de la Corte Suprema contra Cristina Fernández de Kirchner no sólo generó un nuevo sismo político, sino que aceleró las discusiones internas en el kirchnerismo. En ese contexto, un sector de La Cámpora ya empieza a posicionar a Máximo Kirchner como posible candidato nacional para las elecciones de octubre, incluso como cabeza de lista en la estratégica Tercera Sección Electoral bonaerense.
Señales, gestos y un nuevo escenario
La reaparición pública de Cristina Kirchner, acompañada por su hijo en el balcón de su casa en Constitución, fue leída en el interior de La Cámpora como un gesto con fuerte carga simbólica. Ese mismo día, Máximo concedió una inusual entrevista televisiva a C5N, donde, si bien evitó confirmar una candidatura, dejó definiciones políticas que fueron interpretadas como parte de un relanzamiento de su figura.
En el kirchnerismo persiste el hermetismo, pero ya circulan borradores de una estrategia electoral que buscaría consolidar un frente peronista amplio, con el hijo de la ex presidenta como figura visible. La hipótesis que gana fuerza propone que Axel Kicillof se haga cargo de definir las listas seccionales, mientras que en los municipios cada intendente tenga margen de maniobra para armar sus propios esquemas, sobre todo en distritos donde el peronismo está en la oposición.
Tercera Sección: el bastión en disputa
Más allá de una candidatura nacional, hay voces que promueven a Máximo como cabeza de lista en la Tercera Sección, territorio clave donde el kirchnerismo mantiene alta competitividad electoral, pese a la fuerte imagen negativa que arrastra el dirigente a nivel general. La idea de que asuma un rol central en esa región responde tanto a razones políticas como emocionales: proyectarlo como el heredero directo de una candidatura que, según interpretan, la Corte le arrebató a Cristina.
La movida también serviría para preservar el peso legislativo que La Cámpora pone en juego este año, y evitar una eventual pérdida de protagonismo frente a sectores que aspiran a renovar el peronismo bonaerense por fuera de la conducción camporista.
Tensión interna y señales cruzadas
En su entrevista televisiva, Máximo Kirchner remarcó la necesidad de discutir las diferencias internas “en los lugares donde haya saldo positivo”, aunque advirtió sobre la exposición mediática de esos debates, que —según él— alejan al espacio de lo que representó Cristina cuando aceptó la vicepresidencia “para que todo salga bien”.
También dejó una frase que generó lecturas múltiples: “Hay algunas personas que pueden pensar que si no estamos nosotros tienen una oportunidad de crecer”. La interpretación más extendida es que se trató de un mensaje hacia el gobernador Kicillof, que horas antes había sido aludido de manera indirecta por la senadora Anabel Fernández Sagasti. La dirigente mendocina había declarado que “con esta sentencia algunos van a fingir tristeza, pero por dentro van a estar contentos porque creen que ahora es su momento”.
El fallo judicial, en definitiva, interrumpió una hoja de ruta que Cristina y Kicillof habían delineado en una reunión reciente, orientada a construir listas comunes entre los distintos sectores del peronismo. La incertidumbre actual podría redefinir esa arquitectura, con Máximo Kirchner como uno de los nombres clave para ordenar —o disputar— el nuevo escenario.
