El Gobierno nacional oficializó la designación de la exdiputada nacional Carolina Píparo como nueva integrante del Directorio del Banco de la Nación Argentina (BNA). La medida fue publicada en el Boletín Oficial mediante el Decreto 907/2025, firmado por el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, y se inscribe en una etapa de fuertes reconfiguraciones dentro de la principal entidad financiera pública del país.
La dirigente platense asumió formalmente el cargo el 11 de diciembre, un día antes de que venciera su mandato como diputada nacional por la provincia de Buenos Aires. Su renuncia anticipada al Congreso ya estaba prevista y respondió a la incompatibilidad legal entre la función legislativa y el nuevo rol dentro del Ejecutivo nacional.
De acuerdo a lo establecido en la normativa, Píparo ocupará una de las ocho vocalías del Directorio del Banco Nación hasta el 1° de enero de 2028, completando el período correspondiente según la Carta Orgánica del organismo. Su llegada se produjo tras la aceptación de la renuncia de Rodolfo Carvajal, efectiva desde el 10 de diciembre.
Cambios en la cúpula y señales políticas
La designación de Píparo se da en un contexto de reordenamiento profundo en la conducción del Banco Nación. Semanas atrás, Daniel Tillard dejó la presidencia de la entidad y fue reemplazado por Darío Wasserman, quien hasta entonces se desempeñaba como vicepresidente. Con estos movimientos, el oficialismo libertario refuerza su control sobre un actor clave de la política económica.
El recambio también tuvo un impacto político directo: la salida de Carvajal significó el desplazamiento del último dirigente vinculado al schiarettismo cordobés que permanecía en el Directorio. Se trataba de un hombre de estrecha relación con el exgobernador Juan Schiaretti, lo que terminó de cortar uno de los últimos puentes entre la Casa Rosada y ese sector del peronismo no alineado al kirchnerismo.
La decisión se conoció en una semana marcada por el endurecimiento del discurso del gobierno de Córdoba hacia la Nación, con cruces por el Presupuesto, el financiamiento universitario, la cuestión previsional y reclamos por fondos adeudados. En ese marco, los cambios en el Banco Nación fueron leídos como una señal política clara.
Del Congreso al corazón de la banca pública
Píparo había llegado a la Cámara de Diputados en 2021 integrando la lista encabezada por José Luis Espert. En el último tramo de su mandato terminó alineándose con La Libertad Avanza, luego de un inicio de gestión de Milei atravesado por tensiones internas, entre ellas su frustrada designación al frente de la ANSES.
Su recorrido en el sector financiero incluye un paso previo por el Banco Provincia, un antecedente que generó cuestionamientos en algunos sectores políticos. Desde el oficialismo, en cambio, destacan su lealtad política y el rol que cumplió dentro del bloque libertario durante el último año parlamentario.
Para La Plata, el nombramiento tiene una lectura propia: una dirigente local accede a uno de los espacios de decisión más relevantes del sistema financiero nacional, en un contexto en el que el Banco Nación es una pieza central de la estrategia económica del Gobierno y del vínculo con las economías regionales, incluida la bonaerense.
Con esta designación, Javier Milei consolida su avance sobre la banca pública y redefine equilibrios políticos que van más allá de lo financiero. En un escenario de ajuste y tensiones federales, cada nombramiento suma señales. Y el Banco Nación vuelve a quedar en el centro de la escena.
