Los últimos relevamientos nacionales muestran un repunte en los indicadores que miden la confianza en el Gobierno de Javier Milei y la percepción social sobre el rumbo del país. Sin embargo, ese rebote todavía no alcanza para volver a los niveles que el oficialismo registraba un año atrás. Los datos surgen de dos estudios recientes: el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) de la Universidad Torcuato Di Tella y el informe 48.ESPOP, que analizan clima político, expectativas y emociones sociales.
La victoria electoral ordenó la escena y mejoró la confianza oficialista
Tras las elecciones del 26 de octubre —en las que La Libertad Avanza volvió a ubicarse como la fuerza más votada— la administración Milei logró recomponer parte de la confianza perdida durante agosto y septiembre. El ICG de noviembre muestra una suba del 17,5% respecto del mes anterior y ubica el indicador en 2,47 puntos, el valor más alto desde febrero.

Pese a la mejora, la confianza general continúa 7,3% por debajo del nivel registrado en noviembre de 2024 y lejos de los picos que tuvo Mauricio Macri en 2017. Aun así, supera lo que medía la gestión de Alberto Fernández en el mismo período de 2021.
El relevamiento tomó más de mil casos entre el 3 y el 13 de noviembre, es decir, con el oficialismo todavía celebrando el resultado electoral. Todos los componentes del índice —interés, eficiencia, honestidad, capacidad y evaluación general del gobierno— mostraron una evolución positiva.
Un dato nuevo: el Gran Buenos Aires desplazó a CABA en el respaldo relativo
Un aspecto llamativo del informe de Di Tella es el cambio en la distribución geográfica del apoyo. Históricamente, Milei obtenía mejores mediciones en el interior del país y en la Ciudad de Buenos Aires que en el conurbano bonaerense. Pero en noviembre el Gran Buenos Aires registró una suba del 27,1%, quedando como la segunda región con mayor nivel de confianza en el gobierno libertario.

Para la región de La Plata y alrededores, donde los indicadores sociales y laborales suelen mostrar brechas importantes respecto del AMBA, este dato marca un desplazamiento que vale seguir en las próximas mediciones. El desempleo en el Gran La Plata —que se mantiene por encima del promedio nacional— sigue siendo una variable clave para interpretar el humor social local.
Las brechas sociales persisten: más apoyo entre jóvenes hombres y sectores con mayor educación
El ICG vuelve a mostrar diferencias según nivel educativo, edad y experiencias personales. Los hombres jóvenes (18 a 29 años) concentran los valores más altos, lo mismo que las personas que esperan una mejora económica el próximo año. También tienden a confiar más quienes no fueron víctimas de delitos en los últimos doce meses.
El único grupo que retrocedió fue el de personas con educación primaria, cuyo índice cayó 19,7% y quedó en 1,75 puntos. En contraste, entre quienes tienen estudios terciarios o universitarios, el indicador avanzó a 2,58 puntos.
Un país emocionalmente tenso: mejora Milei, pero domina la preocupación
El informe 48.ESPOP, difundido durante el fin de semana extralargo, complementa el cuadro con una radiografía del clima político. La satisfacción general con el rumbo del país se mantiene estable en torno al 40%, mientras que el 59% sigue manifestando insatisfacción. El Presidente mejora su nivel de aprobación, que trepó al 45% —seis puntos más que en septiembre— aunque aún por debajo de los números que tenía Macri hacia la mitad de su mandato.
La polarización emocional se profundiza: entre quienes respaldan a Milei predomina la “esperanza”, mientras que entre quienes lo rechazan sobresalen el “miedo”, la “bronca” y la “preocupación”. Según el estudio, la grieta dejó de ser solo política: ahora es también un estado emocional permanente.
Economía, seguridad y política exterior: leves avances en áreas sensibles
En medio del malestar económico, el sondeo detecta mejoras moderadas en tres áreas: Política Exterior (38% de satisfacción), Economía (37%) y Seguridad (36%). Los peores puntajes vuelven a ubicarse en Educación, Salud y Obras Públicas, donde prevalece el descontento.

Las principales preocupaciones sociales siguen encabezadas por los salarios bajos (34%), la corrupción (31%) y la falta de trabajo (30%). La economía continúa siendo el eje de la agenda pública, incluso para quienes apoyan al Gobierno.
Expectativas y liderazgo político: optimismo cauteloso y balances negativos
Aunque casi la mitad de los encuestados considera que el país está peor que hace un año, crece hasta el 38% el número de personas que cree que la situación mejorará en los próximos doce meses. Para el oficialismo, ese registro funciona como un indicador clave para proyectar gobernabilidad.

En cuanto a liderazgos, ningún dirigente político logra un balance positivo. Milei es quien registra la mayor imagen positiva (42%), seguido por Patricia Bullrich (39%) y Victoria Villarruel (34%). En el campo opositor, Cristina Fernández y Axel Kicillof mantienen altos niveles de conocimiento, aunque con saldo neto negativo.
Dentro del gabinete, Bullrich encabeza las valoraciones positivas y Karina Milei aparece como la figura más polarizante, con un diferencial negativo de -45%.
Qué espera la sociedad: negociación antes que confrontación
Uno de los datos más relevantes para el desarrollo institucional es que el 57% de la ciudadanía considera que Milei debe negociar con el Congreso, mientras que el 46% cree que el Legislativo debe acompañar las iniciativas del Ejecutivo. Las posturas extremas —imponer la agenda sin diálogo o bloquearla— son minoritarias.
El vínculo entre el PRO y La Libertad Avanza también muestra matices: solo el 10% imagina una fusión plena, mientras que la mayoría se inclina por una cooperación legislativa acotada. Un dato que puede incidir en los debates parlamentarios que impactan en la Provincia y en municipios como La Plata.


