En un discurso cargado de tensión política y autodefensa económica, el presidente Javier Milei confirmó que vetará los proyectos aprobados por el Senado vinculados al aumento de las jubilaciones, la moratoria previsional y la declaración de emergencia para personas con discapacidad. Además, apuntó duramente contra su propia vicepresidenta, Victoria Villarruel, a quien calificó de “traidora” por haber estado presente en la votación.
La intervención del mandatario tuvo lugar este jueves por la tarde en el acto por el 171° aniversario de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Desde la histórica sede porteña, y ante un auditorio integrado por empresarios y referentes del sector financiero, Milei dejó en claro que su Gobierno no dará marcha atrás con su plan de ajuste. “Vamos a vetar. Y si el veto cae, vamos a judicializar. Y si aun así la Justicia falla en contra, el daño será menor y reversible”, expresó, al tiempo que ratificó el rumbo de “superávit fiscal permanente”.
Choque frontal con el Congreso y con Villarruel
La escalada de tensión institucional tuvo su momento más notorio cuando el Presidente apuntó directamente contra Victoria Villarruel. Sin nombrarla en un primer momento, la tildó de “traidora”, responsabilizándola por permitir el avance de iniciativas que considera contrarias a su programa económico. La vice, clave en la gobernabilidad del oficialismo, asistió al debate y habilitó el tratamiento de los proyectos.
Desde el entorno presidencial hay quienes ven esa jugada como una señal de ruptura en la interna de La Libertad Avanza, algo que podría impactar incluso en el bloque de senadores, donde Milei cuenta con representación limitada. En este contexto, su insistencia en judicializar cualquier revés legislativo busca blindar su política económica frente a los contrapesos institucionales.
“Esto es desesperación: en octubre la libertad arrasa”
Durante su discurso, Milei calificó la aprobación en el Senado como una maniobra electoral. “Esto es un acto de desesperación, saben que en octubre la libertad arrasa”, lanzó. La frase no pasó inadvertida y refuerza el tono beligerante con el que el Ejecutivo nacional encara cualquier intento del Congreso de modificar sus políticas de recorte del gasto público.
Para el Presidente, lo ocurrido no fue inesperado: “Ya lo sabíamos ayer”, dijo. La narrativa oficial busca mostrar control y previsión frente a lo que define como embates de una oposición “degenerada”, “corrupta” y “parásita mental”, en sus propias palabras.
Defensa del modelo económico y críticas a Aníbal Fernández
Lejos de moderar sus formas, Milei volvió a criticar a sectores del peronismo con tono provocador. Acusó al exministro Aníbal Fernández de ocultar cifras de pobreza durante su gestión y celebró el trabajo de Sandra Pettovello al frente del Ministerio de Capital Humano, afirmando que su gestión permitió “sacar de la pobreza a 11 millones de argentinos”.
Además, reivindicó el trabajo de Patricia Bullrich en Seguridad, destacando el descenso de los piquetes en todo el país. Según dijo, “cuando llegamos había 8.000 piquetes, ahora hay cero”.
Reformas, inflación y reelección: un plan con fecha
En otro tramo del discurso, Milei aseguró que su administración realizó “2.500 reformas estructurales”, muchas más que las de la convertibilidad, y que ello fue posible con solo “15% de Diputados y siete senadores”. Reafirmó que la inflación, a la que definió como un “fenómeno estrictamente monetario”, “va a colapsar” durante el próximo año, gracias a la contención de la base monetaria.
El mandatario también deslizó su intención de continuar en el poder más allá de 2027, proyectando una baja impositiva escalonada hasta 2031 y prometiendo “devolverle a los argentinos de bien 500 mil millones de dólares”.
Como parte de ese plan, adelantó que a partir del 11 de diciembre su gobierno impulsará una reforma laboral, lo que abriría el camino a una “reforma previsional seria”, según expresó.
Riesgos asumidos, veto garantizado
Hacia el cierre, Milei volvió sobre la ley aprobada en el Senado. “La vida tiene riesgos, hay que enfrentarlos. Si el veto se sostiene, no varía el gasto ni la emisión. Si se cae, judicializamos”, advirtió. También anticipó que el eventual impacto negativo será “transitorio” y ratificó que su Gobierno no se desviará del rumbo fiscal, monetario ni cambiario.
En momentos en los que la tensión institucional se intensifica y las urgencias sociales golpean con fuerza en todo el país —incluida la región del Gran La Plata, donde el deterioro del poder adquisitivo y la crisis jubilatoria son una preocupación concreta—, las definiciones de Milei refuerzan su perfil de confrontación constante, incluso dentro de su propio espacio.