La tradicional celebración de los muñecos de Fin de Año en La Plata volvió a quedar en el centro de la polémica. Esta vez, el conflicto se desató en la intersección de las avenidas 31 y 40, en el barrio La Loma, donde los organizadores de un momo inspirado en Avatar realizaron un festival gratuito pese a la clausura municipal y al corte del suministro eléctrico ejecutado por Edelap.
El episodio expuso un nuevo choque entre las tradiciones barriales y las restricciones impuestas por la Municipalidad, que este año prohibió la construcción de muñecos dentro del Casco Urbano.
El operativo municipal y el corte de energía
El conflicto comenzó pasado el mediodía, cuando personal de Control Urbano llegó al lugar acompañado por una cuadrilla de Edelap. El objetivo fue interrumpir la provisión eléctrica del predio y notificar la clausura del evento.
Desde el Municipio señalaron que la fiesta no estaba habilitada porque excedía el formato tradicional del muñeco y se había convertido en un recital público sin los permisos correspondientes. Además, remarcaron que la actividad se desarrollaba dentro de una zona donde ya no se autorizan este tipo de estructuras.
Edelap, por su parte, informó que la conexión retirada era clandestina y advirtió que el robo de energía genera sobrecargas en la red y afecta la calidad del servicio de los usuarios regularizados.
La respuesta de los muñequeros
Los organizadores, nucleados bajo el nombre “Muñe del Tanque” (MDT), rechazaron la decisión oficial y difundieron en redes sociales imágenes del operativo. Aseguraron haber presentado ambulancia, baños químicos, vallado y medidas de seguridad, aunque reconocieron que no obtuvieron la habilitación para el espectáculo musical.
La tensión aumentó por la tarde con la llegada de una segunda cuadrilla técnica, que terminó de cortar las líneas de energía disponibles. Frente a ese escenario, los muñequeros lanzaron un pedido urgente por redes sociales para conseguir generadores eléctricos y sostener la actividad.
El festival se hizo igual en La Loma
Pese a la clausura y al corte de luz, el evento se realizó igual gracias al aporte de equipos propios y al respaldo de los vecinos. Desde las primeras horas de la tarde, una multitud se acercó a 31 y 40 para acompañar la iniciativa.

Pasadas las 19 comenzaron las presentaciones musicales y el cierre estuvo a cargo de la cantante de cumbia Rocío Quiroz. La postal fue la de siempre en La Plata: música, familias, jóvenes y una celebración popular que avanzó aun en medio del conflicto institucional.
Tradición, normativa y debate abierto
Desde la Comuna insistieron en que el despliegue del evento superó lo declarado por los organizadores y que no podía autorizarse en ese punto de la ciudad. Sin embargo, los muñequeros ratificaron que el momo será quemado en la noche del 31, como marca la tradición platense.
“Es gratis, cuidamos el orden, la limpieza y la seguridad. No nos arrebaten la tradición”, expresaron en redes, donde también invitaron a las autoridades municipales a participar.
El episodio reaviva un debate que se repite cada diciembre en La Plata: cómo compatibilizar las tradiciones populares, el uso del espacio público y las nuevas regulaciones municipales, en una ciudad donde los muñecos siguen siendo mucho más que una postal de fin de año.


