La campaña navideña volvió a dejar señales claras sobre el estado del consumo en Argentina y también en La Plata: menos unidades vendidas, compras más selectivas y un fuerte corrimiento hacia productos de menor precio. Según el último informe de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), las ventas de juguetes retrocedieron un 6,9% en unidades en comparación con 2024, un año que ya había mostrado resultados negativos para el sector.
El dato refleja un escenario atravesado por ingresos familiares ajustados, presupuestos acotados y decisiones de compra cada vez más racionales. En la capital bonaerense, comerciantes del rubro describen un diciembre irregular, con movimiento concentrado en los días previos a Nochebuena y un consumidor mucho más atento al precio que a la marca.
Desde la cámara explicaron que, pese al resultado final, diciembre permitió moderar un panorama que venía siendo más complejo. El presidente de la entidad, Matías Furió, señaló que el último mes del año mostró una mejora respecto de noviembre, cuando la actividad había registrado una caída marcada. Sin embargo, aclaró que ese repunte no alcanzó para compensar la baja acumulada tras el Día del Niño ni los meses posteriores.
Cuotas, promociones y consumo casi sin efectivo
En un contexto de retracción, las herramientas financieras volvieron a ser determinantes. Promociones bancarias, descuentos y planes de cuotas ofrecidos por tarjetas y billeteras virtuales sostuvieron parte de las ventas, especialmente en las compras de último momento. La baja de tasas de interés también ayudó a dinamizar el cierre del año.
El resultado fue un mercado prácticamente digitalizado: cerca del 95% de las transacciones se realizaron a través de tarjetas de crédito, billeteras virtuales u otros medios electrónicos, con una presencia del efectivo casi testimonial.
Las ventas online, que representan alrededor del 25% del mercado, se mantuvieron estables y sin crecimiento. Desde la CAIJ atribuyeron este estancamiento, en parte, a la fuerte competencia de plataformas del exterior, donde se concentra buena parte de la oferta de licencias y marcas internacionales, un factor que también impacta en los comercios locales.
Más juguetes económicos y menos productos de alto valor
El consumo navideño se volcó mayoritariamente hacia juguetes de bajo precio, que concentraron el mayor volumen de ventas y mostraron el mejor desempeño relativo dentro de un mercado en baja. En contraste, los productos de mayor valor, especialmente aquellos asociados a películas, licencias y marcas globales, tuvieron una rotación muy limitada.
El ticket promedio dejó en evidencia esta segmentación: en jugueterías de barrio se ubicó en torno a los $19.000 por unidad, en supermercados rondó los $10.000, mientras que en cadenas especializadas ascendió a unos $45.000. Una brecha que también se observa en La Plata, donde conviven comercios tradicionales con grandes superficies y cadenas nacionales.
Importaciones, precios distorsionados y desafío para la industria local
Otro punto de preocupación para el sector fue el desempeño de la oferta importada. Desde la cámara advirtieron sobre precios inconsistentes, diferencias marcadas entre productos similares y, en algunos casos, problemas de calidad. Según Furió, se detectaron situaciones en las que un mismo juguete importado se ofrecía a valores muy dispares según el importador, lo que generó confusión y desconfianza en los consumidores.
El dato cobra relevancia si se tiene en cuenta que cerca del 70% de los juguetes que se venden en el mercado local son importados, una realidad que plantea un desafío adicional para los fabricantes nacionales, especialmente en un contexto de consumo retraído.
Qué eligieron las familias
Entre los rubros más demandados se destacaron los juguetes de primera infancia: didácticos, sensoriales, apilables, encastres y autitos, con fuerte presencia de marcas nacionales. También tuvieron buena salida los artículos para el aire libre, playa y pileta —como pelotas, inflables, triciclos y pata-patas—, impulsados por la estacionalidad y precios más accesibles.
Los juegos de mesa familiares completaron el podio, valorados por su componente educativo y social, en un contexto donde muchas familias priorizaron opciones que combinan entretenimiento y uso compartido.
Expectativas moderadas para Reyes
De cara a la campaña de Reyes Magos, el sector mantiene expectativas prudentes. Con el consumo aún contenido, la apuesta vuelve a centrarse en precios cuidados, mayor visibilidad del juguete nacional y un mensaje claro hacia las familias: priorizar calidad, seguridad y coherencia comercial al momento de elegir los regalos.
El cierre del año deja una conclusión difícil de esquivar: el consumo sigue en modo defensivo. En La Plata y en el resto del país, la industria del juguete logró amortiguar el golpe con promociones y financiamiento, pero el volumen sigue lejos de una recuperación sólida.


