La Fiscalía de Trata de Personas y Pedofilia de La Plata, que investiga presuntos abusos eclesiásticos a hipoacúsicos en el Instituto Próvolo de La Plata durante las décadas de los '80 y los '90, tomará declaración, el próximo martes, al actual director de la institución.

Así lo confirmó una fuente cercana a la investigación, encabezada por el titular de esa fiscalía especializada, Fernando Cartasegna, quien semanas atrás recibió un informe del Próvolo de La Plata, pero en el que faltarían precisiones sobre el personal que trabajó y trabaja en ese establecimiento, situado en las calles 47 y 25 de La Plata.

Se espera que el director actual del Próvolo platense pueda aportar información sobre el personal docente y no docente que se desempeñó en el establecimiento en aquellas décadas y en la actualidad.

"La fiscalía oirá además mañana a una persona que sufrió malos tratos en el Instituto Próvolo, y que se espera aporte nombres de sus victimarios y si conoce que se cometieran abusos sexuales en ese establecimiento", apuntó la fuente.

Hasta el momento, la fiscalía tomó declaración a casi una decena de víctimas de abuso sexual y malos tratos que eran niños y estudiaban en el Próvolo platense en las décadas de los '80 y los '90.

Estos relatos han permitido a la fiscalía determinar que "había ‘un plan de selección de víctimas’; lo sacerdotes implicados en los abusos elegían quiénes tenían una situación de vulnerabilidad psíquica, física y/o familiar que impedirían las denuncias de los abusos y quienes, por su conducta ‘rebelde’ debían ser sometidos con golpizas para que callaran lo que presenciaban o sabían por boca de sus compañeros victimizado", precisó el pesquisa.

La fiscalía inició esa investigación a fines del año pasado, luego de que se conociera que los sacerdotes Nicolás Corradi y Horacio Corbacho, detenidos en Mendoza acusados de abusar sexualmente de varios hipoacúsicos del Instituto Próvolo de esa provincia, también habían trabajado en el Próvolo de La Plata.

La fiscalía platense especializada en estos hechos cuenta con un equipo de intérpretes y psicólogos para acompañar a la víctima durante su declaración y también permite que las víctimas que lo deseen puedan utilizar un "mediador", una persona de la confianza del sordo que "traduce" lo que el intérprete dice y les lee luego el acta con lo declarado; medidas de contención que buscan crear un ambiente propicio para la declaración de los maltratos y abusos sufridos.