Se trató de una edición con un tinte especial, debido a que la tormenta del domingo fue destructiva para algunos momos. Sin embargo, los muñequeros siguieron adelante y recuperaron las obras de arte con ayuda de los vecinos.

Con la tradicional quema de muñecos que tuvo lugar en las primeras horas de la madrugada en los distintos barrios de La Plata, la capital provincial despidió otro año y le dio una cálida y colorida bienvenida a 2019.

Uno de los puntos de mayor congregación fue 14 y 72, donde ardieron el "Creador de Ilusiones" y "Mi pobre angelito", dos de las obras más imponentes de esta edición.

No obstante, el momo que representaba las figuras de la película "Coco", en 19 y 73, fue el ganador del concurso organizado por la Municipalidad de La Plata.

La tradición comenzó en los años 50 cuando Luis Tortora, presidente del Club Defensores de Cambaceres, decidió representar a uno de sus jugadores y quemarlo. Con el paso de los años, los muñecos fueron haciéndose cada vez más grandes y sofisticados.

Desde el año pasado, las autoridades municipales determinaron que en el interior de las estructuras no puede haber elementos pirotécnicos y explosivos. "Para acompañar a los creadores de las figuras y asegurar un festejo seguro, se llevan adelante recorridos diarios para controlar el avance de las figuras y el cumplimiento de los requisitos de seguridad", indicaron fuentes comunales. Por la normativa municipal, los muñecos no pueden exceder los 6 metros de alto, 3 metros de ancho y 3 metros de largo