Tras la promulgación del nuevo Plan de Ordenamiento Territorial, la Municipalidad de La Plata puso en marcha un programa clave para definir el futuro de 435 urbanizaciones que fueron paralizadas por irregularidades. A partir de ahora, se aplicarán criterios específicos para determinar cuáles podrán avanzar hacia la regularización y cuáles quedarán definitivamente fuera del circuito legal.
Este nuevo esquema, aprobado por ordenanza y ya en vigencia, busca ordenar el crecimiento urbano que durante la última década se dio de manera caótica, muchas veces al margen de la normativa provincial. Según datos oficiales, desde diciembre de 2013 se levantaron unas 6.800 viviendas en loteos sin autorización, distribuidas en distintos puntos del partido.
Cómo se definirá qué loteos pueden regularizarse
El eje del nuevo programa apunta a revisar cada caso en detalle, pero ya se establecieron dos criterios centrales para definir el futuro de estos barrios:
- Cantidad de viviendas construidas: Los desarrollos que cuenten con más de 20 casas construidas tendrán prioridad para regularizarse. Actualmente, se estima que al menos 241 urbanizaciones cumplen con este requisito, sumando unas 2.800 viviendas. En estos casos, los emprendimientos podrán avanzar si sus responsables ceden las zonas de alto riesgo hídrico y asumen el costo de instalar servicios básicos (agua y cloacas) en caso de no estar conectados a la red.
- Avance administrativo previo: También podrán continuar los loteos que hayan iniciado trámites en el Municipio antes de ser frenados. Aunque no contaban con la convalidación provincial exigida por la Ley de Uso del Suelo (N° 8.912), muchos emprendimientos sí habían logrado factibilidades técnicas o ambientales en el ámbito local. Para estos, la ordenanza prevé una vía de regularización más ágil.
El resto de los desarrollos, es decir aquellos que no cuentan con viviendas construidas ni documentación iniciada, quedarán excluidos del plan y no podrán subdividir la tierra. En la práctica, esto significa que deberán mantener uso rural y no podrán convertirse en barrios.
El plazo y las nuevas reglas para regularizar
Quienes se encuentren en condiciones de regularizar su situación deberán iniciar el proceso dentro de los 60 días posteriores a la entrada en vigencia de la norma. Si no lo hacen, podrían perder la posibilidad de incorporarse al nuevo esquema.
El secretario de Planeamiento, Sergio Resa, remarcó que el objetivo es frenar la expansión descontrolada de la ciudad y priorizar el uso racional del suelo ya urbanizado. “La ciudad no debe seguir creciendo hacia zonas rurales o de riesgo hídrico. Tiene que compactarse”, sostuvo.
Actualmente, más del 60% del área considerada de mayor peligrosidad hídrica permanece deshabitada, y el nuevo Código de Ordenamiento Urbano (COU), que será presentado en octubre, buscará sostener esa situación con límites claros.
Restricciones para los barrios fuera del radio urbano
Aquellos loteos ubicados fuera de las zonas aptas para urbanizar deberán cumplir con condiciones más estrictas. Por ejemplo, se exigirá una densidad mínima de 600 metros cuadrados por lote, en línea con la normativa provincial. Algunos barrios cerrados, como el caso de “Pueblo” –donde los lotes apenas alcanzan los 400 metros–, tendrán que adecuar su configuración o quedar fuera de la regularización.
De los 435 emprendimientos analizados, 266 cuentan con algún expediente iniciado en la Comuna, mientras que los 169 restantes fueron desarrollados sin ningún tipo de autorización previa. Aún no hay una cifra final de cuántos podrán ingresar al proceso, aunque desde el Municipio estiman que al menos 170 están en condiciones de hacerlo.
Impacto en miles de familias platenses
El debate sobre los loteos ilegales no es solo una cuestión urbanística: detrás de cada emprendimiento hay familias que construyeron su vivienda sin saber que lo hacían en zonas no habilitadas. El plan municipal busca ofrecer una salida legal para muchos de ellos, pero también sentar límites para evitar que estas situaciones se repitan en el futuro.
En una ciudad que creció de manera desordenada durante años, el nuevo plan representa un intento por recuperar el control sobre el uso del suelo y garantizar condiciones mínimas de habitabilidad, seguridad e infraestructura para los vecinos.