La Junta Electoral de Buenos Aires advirtió que solo se aprobarán listas con 50% mujeres y 50% hombres. ¿Cómo impactará esto en las elecciones de septiembre? Descubrí las tensiones y el futuro de la representación política.
En un contexto de alta expectativa por las elecciones legislativas del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires, la Junta Electoral Provincial ha emitido un comunicado contundente: la Ley de Paridad de Género (Ley 14.848) sigue plenamente vigente, y solo se oficializarán las listas que respeten una distribución equitativa del 50% de candidatas mujeres y 50% de candidatos hombres, con alternancia y secuencialidad por binomios (mujer-hombre u hombre-mujer).
Esta advertencia, publicada este viernes en el Boletín Oficial y amplificada en la cuenta oficial de la Junta en X (@JuntaElectoralBA), llega en un momento clave, cuando los partidos políticos ultiman la presentación de sus listas para las elecciones generales.
Un recordatorio con peso político
La Ley 14.848, sancionada en 2016 en la provincia de Buenos Aires, establece que las listas de candidatos a cargos legislativos y municipales deben cumplir con una representación paritaria, asegurando que no haya dos personas del mismo género de forma consecutiva en la nómina. Además, en el caso de listas impares, la diferencia entre hombres y mujeres no puede superar una unidad. La norma, que marcó un hito en la lucha por la igualdad de género en la política, se complementa con la Ley Nacional 27.412 de 2017, que extendió la paridad a los cargos nacionales.
El pronunciamiento de la Junta Electoral surge tras detectarse intentos de algunos partidos de eludir la normativa, especialmente en la conformación de listas post-PASO, donde las internas partidarias pueden complicar el cumplimiento de la alternancia. “No se oficializará ninguna lista que no cumpla con los requisitos de paridad y alternancia establecidos por la ley”, advirtió la Junta en su resolución, recordando que el incumplimiento puede derivar en la exclusión de las listas o incluso en sanciones a las agrupaciones políticas, como la caducidad de su personería jurídica, según lo estipulado en la Ley Orgánica de Partidos Políticos.
Contexto electoral y tensiones
La advertencia de la Junta llega en un momento de efervescencia política, con el peronismo enfrentando internas entre el sector liderado por Cristina Kirchner, presidenta del PJ nacional, y el liderado por el gobernador Axel Kicillof. La expresidenta, quien este domingo participará en el Encuentro de la Cultura Popular en el Polo Cultural Saldías, ha sido una ferviente defensora de la paridad de género, destacando en sus discursos la importancia de la representación equitativa. En 2021, el PJ nacional ya había implementado listas paritarias en sus elecciones internas, con figuras como Cristina Álvarez Rodríguez y Analía Rach Quiroga ocupando vicepresidencias clave.
Sin embargo, la aplicación de la paridad no está exenta de desafíos. Un informe de CIPPEC de 2018 señaló que, en la primera implementación de la Ley 14.848, el 80% de las listas de diputados y el 74% de las de senadores en Buenos Aires llevaron varones en el primer lugar, evidenciando un cumplimiento “minimalista”. Además, en las PASO de 2017, la Junta Electoral había generado controversia al eximir a algunos partidos de la alternancia en la integración de listas post-primarias, una decisión que fue apelada por el gobierno de María Eugenia Vidal y organizaciones de mujeres.
Impacto en la representación política
La insistencia en la paridad de género busca saldar una deuda histórica con las mujeres en la política argentina. Según datos oficiales, tras las elecciones de 2019, la Legislatura porteña alcanzó una composición paritaria con 15 mujeres y 15 varones, y en 2023, el 48% de las bancas fueron ocupadas por mujeres. En la provincia de Buenos Aires, sin embargo, la representación femenina en los senados provinciales sigue siendo baja, con un promedio del 24%.
Organizaciones como ELA (Equipo Latinoamericano de Justicia y Género) han destacado que, aunque la legislación ha avanzado, persisten obstáculos como la falta de mecanismos efectivos para exigir el cumplimiento dentro de los partidos y la tendencia a relegar a las mujeres a puestos menos competitivos. “La paridad no solo debe garantizar el acceso a las listas, sino también a los cargos efectivos”, señaló un reciente informe de la organización.
Reacciones y perspectivas
La resolución de la Junta Electoral ha generado reacciones dispares. Desde el PJ Bonaerense, liderado por Máximo Kirchner, se celebró la medida, destacando que sus listas ya cumplen con la paridad y que “el género es un eje transversal” en su armado político. Por su parte, sectores de La Libertad Avanza, que se impuso en las recientes elecciones legislativas porteñas, han mantenido silencio, aunque fuentes internas sugieren que podrían enfrentar dificultades para ajustar sus nóminas debido a la estructura predominantemente masculina de sus listas iniciales.
Organizaciones feministas, como la Red de Mujeres Políticas de Jujuy, que impulsó la Ley de Paridad en esa provincia en 2020, han aplaudido la advertencia de la Junta. “Es un paso crucial para garantizar que la paridad no sea solo una formalidad, sino una realidad en la representación política”, expresó una vocera en X (@MujeresPoliticasJujuy).
Hacia un futuro más equitativo
A medida que se acercan las elecciones legislativas, la presión sobre los partidos para cumplir con la paridad de género será aún mayor. La Junta Electoral ha anunciado que implementará controles más estrictos, incluyendo la automatización de la revisión de listas para detectar incumplimientos. Además, se espera que la Justicia Electoral refuerce su rol en la fiscalización, intimando a las agrupaciones a corregir irregularidades en un plazo de 24 horas, bajo amenaza de sanciones.
La advertencia de la Junta Electoral no solo reafirma el compromiso con la igualdad de género, sino que también pone en el centro del debate la necesidad de transformar las prácticas políticas tradicionales. En un año electoral marcado por la polarización y las internas, la paridad de género se consolida como un pilar innegociable para la democracia argentina, garantizando que las voces de mujeres y hombres tengan el mismo peso en la toma de decisiones.