La Provincia de Buenos Aires cerró un nuevo acuerdo salarial con los gremios estatales de la Ley 10.430, que contempla un incremento del 10% en dos cuotas. Sin embargo, los docentes del Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) aún analizan la propuesta en asambleas, expresando descontento por su insuficiencia frente a la inflación.
En un contexto de alta inflación y creciente presión gremial, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, encabezado por Axel Kicillof, logró cerrar un acuerdo paritario con los gremios estatales nucleados bajo la Ley 10.430, que representa a miles de trabajadores de la administración pública. La oferta, que propone un aumento salarial del 10% desglosado en dos tramos (6% en mayo y 4% en julio), fue aceptada por sindicatos como UPCN, mientras que los docentes del Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) decidieron llevar la propuesta a consideración de sus bases, reflejando cierto malestar por considerar el incremento insuficiente.
Un acuerdo con matices
La negociación paritaria, que tuvo lugar este miércoles en la sede del Ministerio de Trabajo bonaerense, marcó la tercera convocatoria desde que se reanudaron las discusiones en abril. La propuesta inicial del gobierno, que ofrecía un 7% en dos tramos (4% en mayo y 3% en julio), fue rechazada de forma unánime por los gremios, quienes la calificaron como insuficiente para contrarrestar el impacto de la inflación. Tras este rechazo, el Ejecutivo provincial mejoró la oferta, elevándola a un 10% sobre los haberes de marzo, una decisión que, según el ministro de Economía, Pablo López, refleja el esfuerzo del gobierno por “revalorizar a los trabajadores públicos en un contexto de dificultad financiera”.
El acuerdo con los estatales incluye, además, mejoras en asignaciones familiares (con un incremento del 10,4%), un aumento de la ayuda escolar a $85.000 y una bonificación para profesionales universitarios que aplican su título de grado. También se pactó el pase a planta transitoria de 3.000 becarios de contingencia del Ministerio de Salud, un reclamo histórico de los gremios. Asimismo, se comprometió la reapertura de la paritaria en abril para evaluar nuevos ajustes en función de la inflación, una cláusula que los sindicatos valoran como una garantía para no perder poder adquisitivo.
Docentes: entre la evaluación y el descontento
Por su parte, los gremios docentes, agrupados en el FUDB (que incluye a SUTEBA, FEB, UDOCBA, AMET y SADOP), recepcionaron la oferta pero decidieron someterla a consulta en asambleas, cuya resolución se espera para el viernes 16 de mayo. Fuentes gremiales indicaron que existe descontento entre los docentes, quienes consideran que el 10% no alcanza para recuperar el poder adquisitivo perdido, especialmente tras la inflación de marzo (3,7%) y las proyecciones de abril, que rondarían el 3%. Además, los sindicatos insistieron en que las futuras negociaciones tomen como base el salario del mes anterior, un planteo que el gobierno prometió evaluar.
“La propuesta fue puesta a consideración de nuestras bases, pero hay un malestar general porque no responde a la situación económica actual”, señaló un representante del FUDB. Los docentes también reclamaron la restitución del 3% de antigüedad en los haberes, un punto que no fue contemplado en la oferta, y la activación de mesas técnicas para abordar cuestiones como la sobrecarga laboral y el Convenio Colectivo de Trabajo.
Contexto económico y político
El acuerdo llega en un momento de tensión económica para la provincia, marcada por la falta de aprobación del presupuesto 2025 en la Legislatura y los recortes de fondos nacionales, lo que limita el margen de maniobra del gobierno de Kicillof. A esto se suma la salida del cepo cambiario y una inflación persistente, que han erosionado los salarios de los trabajadores públicos. En este escenario, los gremios, liderados por figuras como Claudio Arévalo de ATE, destacaron la “voluntad política” de la provincia para mantener la paritaria abierta, en contraste con el ajuste impulsado a nivel nacional.
Sin embargo, la aceptación del acuerdo por parte de los estatales no disipa el malestar en otros sectores. La Asociación Judicial Bonaerense (AJB), que también participó de las negociaciones, espera una oferta similar, aunque no se han reportado avances concretos hasta el momento. Por su parte, los médicos de CICOP, que habían solicitado incrementos superiores al 9,5% y mejoras en los servicios hospitalarios, podrían sumarse a las críticas si la propuesta no satisface sus demandas.
Impacto y perspectivas
El aumento del 10% impactará en los sueldos de mayo (a cobrarse en junio) y julio (a cobrarse en agosto), beneficiando también a los jubilados del IPS, ya que se aplica sobre el salario básico. Para un maestro de grado inicial con jornada simple, el salario podría rondar los $600.000 en julio, aunque los gremios advierten que esta cifra sigue siendo insuficiente frente al costo de vida. Entre los estatales, el acuerdo fue valorado como un “paso positivo” por UPCN y ATE, aunque ambos sindicatos insistieron en la necesidad de aumentos mensuales atados al índice del INDEC para evitar nuevos desfasajes.
La reapertura de la paritaria en abril será clave para determinar si el gobierno logra cumplir con las expectativas de los trabajadores. Mientras tanto, el FUDB enfrenta una semana decisiva: la decisión de las bases podría inclinar la balanza hacia la aceptación con reservas o un rechazo que tensione aún más la relación con el Ejecutivo. En un año electoral y con la inflación como telón de fondo, la paritaria bonaerense sigue siendo un termómetro del clima social y político de la provincia.