Las aulas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) permanecieron vacías por segundo día consecutivo debido al paro docente de 48 horas impulsado por la Asociación de Docentes Universitarios de La Plata (ADULP), en adhesión a la medida nacional convocada por CONADU. La protesta comenzó el miércoles y tuvo un fuerte impacto en el funcionamiento académico de las distintas facultades, en un contexto de creciente malestar por la falta de respuestas del Gobierno nacional.
Durante la jornada del miércoles, además del cese total de actividades, se desarrolló una Asamblea General Extraordinaria en la sede gremial de calle 6. Allí se definió la continuidad del plan de lucha, con un esquema que incluye nuevas medidas de fuerza y acciones públicas para visibilizar el conflicto salarial y las condiciones laborales que denuncian los docentes universitarios.
En ese marco, ADULP declaró el estado de alerta y movilización y anticipó nuevas actividades para los días 17 y 18 de junio, con el objetivo de culminar con un paro acompañado de una movilización local el jueves 19. Según detallaron, estas acciones buscan mantener el reclamo por una recomposición salarial real, frente a una inflación que sigue deteriorando los ingresos del sector y ante la falta de una negociación paritaria efectiva.
Camino a una nueva marcha nacional
Entre las resoluciones de la asamblea también se definió la adhesión a la Marcha Federal Universitaria prevista para el próximo 25 de junio, que tendrá su epicentro en Plaza de Mayo. De no concretarse esa convocatoria, se contempla una movilización alternativa hacia el Palacio Pizzurno, sede de la Secretaría de Educación de la Nación, como parte de otro paro de 48 horas.
Además de los reclamos salariales, la asamblea incluyó otras definiciones políticas: expresó su rechazo a la condena judicial contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, manifestó su solidaridad con el pueblo palestino en la Franja de Gaza, y sumó a la agenda de reclamos la situación de precariedad que atraviesan los becarios y becarias de la UNLP.
Por último, se convocó a una nueva instancia de debate y definición gremial para la primera semana de julio, donde se evaluará el estado del conflicto y los pasos a seguir, según la evolución de las negociaciones con el Gobierno.
En una ciudad como La Plata, con fuerte presencia universitaria y un entramado económico y social que depende en buena parte de la actividad académica, la continuidad del conflicto docente no es un dato menor: el impacto se siente tanto en las aulas como en la vida cotidiana de miles de estudiantes y trabajadores.