El gobernador bonaerense reveló en Radio 10 el método que usará el búnker opositor para leer los resultados del domingo. No se trata de contar votos, sino de observar cuántas provincias se tiñen del color libertario.
Axel Kicillof fue claro esta mañana en Radio 10: el análisis electoral del domingo no se centrará en el porcentaje nacional de votos, sino en el mapa provincial. “Vamos a ver cuántas provincias pinta de violeta Milei”, sentenció, en referencia al color que identifica a La Libertad Avanza.
La estrategia del búnker opositor apunta a comparar los resultados con los del balotaje presidencial. “¿Cómo se mide? Para mí es tan fácil como eso”, dijo el mandatario bonaerense, marcando una diferencia con el enfoque del Gobierno nacional.
Milei, con sello único en todo el país: ¿ventaja estructural?
Kicillof subrayó que LLA es el único espacio que compite con el mismo nombre en las 23 provincias y en la Ciudad de Buenos Aires. “No los votos totales de LLA, porque ese es el único sello con presencia en todas las provincias”, explicó.
En contraste, el peronismo —aunque presente en todo el país— lo hace bajo distintas denominaciones, con listas divididas o alianzas locales. Esta fragmentación complica la lectura territorial uniforme, algo que Milei capitaliza con su marca nacional.
El mapa como termómetro político: ¿cuántas provincias se tiñen de violeta?
La pregunta que sobrevuela el domingo es cuántas jurisdicciones quedarán bajo dominio libertario. Para Kicillof, ese dato será más revelador que cualquier promedio nacional. La territorialidad, más que el volumen de votos, marcará el pulso político post-electoral.
En el búnker opositor, el foco estará puesto en el color del mapa. Si el violeta se impone en varias provincias, será leído como un avance estructural de Milei. Si no, el peronismo buscará capitalizar su presencia —aunque dispersa— como resistencia territorial.


