El equipo de Axel Kicillof seguirá de cerca las negociaciones en la Legislatura bonaerense. La definición del apoyo —o no— de los bloques camporistas y massistas será clave para la aprobación del proyecto económico.
El proyecto de Presupuesto 2026 que el gobernador Axel Kicillof envió a la Legislatura bonaerense abre un escenario de negociaciones intensas. En el Ejecutivo provincial reconocen que la aprobación depende de acuerdos con sectores internos del oficialismo, en particular con los legisladores de La Cámpora y del massismo.
La Cámpora, entre la disciplina y la autonomía
En el entorno del gobernador hay expectativa sobre la postura camporista. Si bien comparten la pertenencia al mismo espacio político, las tensiones internas y la necesidad de marcar agenda propia podrían condicionar el acompañamiento. La discusión gira en torno a partidas sensibles como educación, obra pública y programas sociales.
El massismo, un socio con poder de negociación
El bloque referenciado en Sergio Massa también aparece como decisivo. Su apoyo no está garantizado y, según fuentes legislativas, dependerá de la inclusión de demandas vinculadas a transporte, subsidios y financiamiento municipal. El massismo busca capitalizar su peso en la negociación para reforzar su influencia en la gestión provincial.
Expectativa y señales de consenso
En la Gobernación confían en que, pese a las diferencias, primará la necesidad de mostrar cohesión política frente a la oposición. El oficialismo apuesta a que tanto La Cámpora como el massismo terminen alineándose para evitar un traspié legislativo que debilite la gestión de Kicillof en un año clave.
