Miércoles 17 de septiembre de 2025
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Presupuesto 2026: la obra pública seguirá en mínimos y la construcción no encuentra alivio

El proyecto de Presupuesto 2026 presentado por el Gobierno de Javier Milei confirma que la obra pública continuará en niveles mínimos, consolidando un escenario adverso para la construcción, uno de los sectores más golpeados por el ajuste fiscal.

Aunque el texto oficial prevé un incremento del 50% en las partidas de capital, el número pierde fuerza cuando se lo compara con el PBI. El gasto en inversión representará apenas un 0,3%, por debajo incluso de lo ejecutado en 2024, año en el que el propio Presidente calificó al ajuste como “el más grande de la historia”.

Más números que realidades

Del total previsto para el próximo año, equivalente a $3,286 billones, casi la mitad (49,7%) corresponde a transferencias, con un salto del 81,4%. La inversión real directa crecerá un 26,1% y la financiera un 41%. Sin embargo, los analistas remarcan que la magnitud es insuficiente. La Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP) calculó que el gasto de capital equivaldrá a solo 0,32% del producto en 2026, e incluso menos en 2025 (0,25%).

La comparación histórica refleja la magnitud del retroceso: en el último año de Alberto Fernández se destinó el 1,3% del PBI a obra pública; en 2024, con Milei en la Casa Rosada, ese porcentaje se derrumbó a 0,4%.

Reacción del sector privado

La Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) cuestionó la falta de señales claras. “No hay ningún aumento. Es el mismo porcentaje del 0,4% del PBI, igual que este año”, señaló su presidente, Gustavo Weiss, en declaraciones a Ámbito.

Desde la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) también remarcaron el impacto: en 2024 la obra pública sumó $2,09 billones, lo que implicó una caída real del 75,1% en comparación con 2023.

Construcción en retroceso

El ajuste ya golpea fuerte en el empleo. Según el IERIC, entre diciembre y junio se perdieron 67.934 puestos de trabajo registrados en la construcción, una baja del 16%. A su vez, los datos del INDEC muestran que entre noviembre de 2023 y julio de 2024 la actividad cayó un 20,7%.

El panorama no mejoró en agosto. El Índice Construya, que mide la venta de insumos al sector privado, marcó una baja del 8,6% mensual desestacionalizado y del 5,5% en la comparación interanual.

La alarma industrial

La debilidad de la construcción se suma a otros rubros que también enfrentan dificultades. El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, advirtió sobre caídas en sectores como textil, calzado, metalmecánico y cemento. “Vemos con preocupación cómo va a seguir la microeconomía, la actividad”, sostuvo en una entrevista radial.

El dirigente explicó que, tras una breve recuperación hasta marzo de este año, desde julio varias ramas manufactureras comenzaron a mostrar retrocesos. Para Rappallini, las altas tasas de interés y la dificultad de acceso al crédito frenan la inversión y el consumo, afectando tanto la producción como el empleo.

Un debate que excede lo electoral

El titular de la UIA insistió en que el problema no puede resolverse con medidas coyunturales ni depender del resultado de las elecciones. Planteó la necesidad de establecer consensos entre Gobierno, empresarios y oposición para definir una hoja de ruta que permita revertir la caída industrial y sostener la recuperación.

En ese sentido, alertó sobre la importancia de abrir instancias de diálogo político e institucional para evitar que la crisis productiva se extienda. Un debate que, además de los números, impacta de lleno en el día a día de miles de trabajadores y familias que dependen de sectores como la construcción, con fuerte peso en el empleo en el Gran La Plata y la región.

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