Esta semana arranca el debate por el presupuesto y el endeudamiento que pidió Kicillof. Pero detrás de los números, se juega una pulseada clave por el poder en el PJ bonaerense, con Máximo Kirchner en el centro de la escena.
La Legislatura bonaerense se prepara para una semana caliente. El gobernador Axel Kicillof envió los proyectos de ley de presupuesto 2026 y de autorización de deuda, y el oficialismo buscará abrir el debate con el objetivo de lograr dictamen antes de fin de mes. Pero más allá de los números, lo que se discute es poder.
El tratamiento legislativo será el primer gran test político del año para el Frente de Todos en la provincia, en un contexto de tensiones internas que se agudizan a medida que se acerca la definición por la conducción del Partido Justicialista bonaerense.
Máximo Kirchner, el factor que ordena (o desordena)
El actual presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, busca revalidar su liderazgo en un escenario donde los intendentes, los sindicatos y los sectores camporistas miden fuerzas. La discusión por el presupuesto se convierte así en una instancia de alineamiento: quién apoya, quién negocia y quién desafía.
La pulseada por la caja provincial —endeudamiento incluido— es también una disputa por los recursos que ordenan el territorio. Cada voto en la Legislatura será leído como un gesto hacia el armado político que se viene.
La Legislatura como espejo de la interna
Mientras el Ejecutivo busca aprobar el paquete económico, los bloques opositores y los aliados del oficialismo juegan sus cartas. En el Senado, donde el peronismo no tiene mayoría, las negociaciones serán clave. En Diputados, el clima es más favorable, pero no menos tenso.
La interna del peronismo bonaerense, por ahora, se engola en los pasillos legislativos. Pero todos saben que lo que se discuta esta semana será el prólogo de una disputa mayor: quién conducirá el PJ en el año electoral que se avecina.


