Sábado 5 de julio de 2025
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Proponen reemplazar el peso por el “Argentum” y quitarle tres ceros: el proyecto ya está en el Congreso

Un proyecto de ley presentado por el diputado nacional Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos) busca dar un giro nominal al sistema monetario argentino: eliminar tres ceros al peso y reemplazarlo por una nueva moneda, el “Argentum”, que entraría en circulación a partir del 1° de enero de 2026.

Según la iniciativa, cada Argentum (símbolo AG) equivaldría a $1.000 actuales, mientras que la centésima parte se denominaría centavo. El objetivo declarado es simplificar precios, registros contables y operaciones diarias que hoy resultan engorrosas por el uso de cifras con múltiples ceros. “La eliminación de ceros no modifica el poder adquisitivo ni supone un cambio estructural en la economía, pero sí permite ordenar y dar mayor claridad a las transacciones”, argumentó el legislador en los fundamentos del texto.

De aprobarse, el plan prevé que los billetes y monedas en pesos podrán seguir utilizándose durante los primeros seis meses de 2026. Durante ese plazo, bancos y entidades financieras deberán reconvertir automáticamente los saldos en cuentas, así como cheques, órdenes de pago y contratos que expresen montos en pesos, para actualizarlos en Argentum. El proyecto aclara que este proceso no alterará los acuerdos previos entre partes, salvo por el cambio en la denominación de la moneda.

El diputado aseguró que esta propuesta no sólo apunta a ordenar la contabilidad y facilitar la operatoria cotidiana, sino también a reducir costos asociados a la emisión de billetes y actualizaciones digitales. “Es un cambio nominal que baja sustancialmente los costos tanto en impresión como en sistemas”, explicó López Murphy en declaraciones a iProfesional.

La iniciativa también repasa los antecedentes históricos de cambios de moneda en Argentina: desde el “peso moneda nacional” de 1881, pasando por el “peso ley” de 1970 (que eliminó dos ceros), el “peso argentino” de 1983 (cuatro ceros menos), el “Austral” de 1985 (otros tres ceros) y el actual peso, instaurado en 1991 tras un nuevo recorte de cuatro ceros. Este extenso historial deja en evidencia los intentos de diferentes gobiernos de ordenar el caos monetario que caracteriza a la economía nacional.

Aunque la propuesta no resuelve los problemas de fondo como la inflación o la falta de confianza en la moneda, López Murphy sostiene que podría ser un paso para mejorar la operatividad diaria en un contexto donde las cifras abultadas generan complicaciones hasta para expresar un simple precio.

Para la región de La Plata y el Gran La Plata, este debate cobra relevancia en un escenario económico donde el aumento sostenido de precios impacta fuerte en salarios y contratos, y donde la inflación ha vuelto a poner en agenda la discusión sobre la estabilidad monetaria.

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