La Provincia oficializó la convalidación del Código de Ordenamiento Urbano y Territorial (COUT) y desde este jueves comenzaron a regir las nuevas reglas que marcarán el rumbo del crecimiento de La Plata. Con la publicación de la Resolución Nº709/25 en el Boletín Oficial, el gobierno bonaerense habilitó la aplicación del plan impulsado por la gestión de Julio Alak, que busca redefinir parámetros edilicios, densidades y límites de expansión en todo el Partido.
El documento, firmado por el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, era el paso administrativo que el Municipio esperaba para comenzar a aplicar un esquema que venía siendo defendido por el secretario de Planeamiento, Obras y Servicios Públicos, Sergio Resa, en el Concejo Deliberante. La iniciativa se presenta como una hoja de ruta para las próximas décadas, con la idea de ordenar el desarrollo, preservar el ambiente y adecuar la ciudad a un crecimiento que ya no puede darse de manera desarticulada.
Resa explicó que el COUT fija criterios claros sobre alturas, usos del suelo, densidades y zonas donde la expansión quedará limitada. Según detalló, la convalidación provincial aporta seguridad jurídica para su implementación y permite avanzar con una planificación que intenta equilibrar el potencial productivo y habitacional de la ciudad con la protección de sus áreas más sensibles.
Alturas, densidades y un nuevo mapa urbano
Uno de los puntos centrales del COUT es la redefinición de las alturas permitidas en el casco fundacional. El código retoma un criterio histórico: la relación entre altura máxima y ancho de calle. En avenidas de 30 metros, los desarrolladores podrán construir hasta 10 niveles; mientras que en calles de una sola mano, con 18 metros, el límite será de seis pisos.
El esquema también impulsa mayor densificación en los barrios que rodean al casco, como San Carlos, Los Hornos y Tolosa. Allí, las alturas máximas sobre avenidas se duplican: de tres a seis niveles. La lógica es concentrar el crecimiento en zonas con infraestructura instalada, evitando extender la ciudad hacia áreas que carecen de servicios básicos.
En contrapartida, el COUT mantiene límites estrictos en sectores donde se busca preservar la identidad de barrio. En las áreas donde rige el tope de tres niveles, se prohíbe la construcción de dúplex y viviendas multifamiliares. Según los técnicos municipales, esta medida apunta a conservar la escala urbana y proteger el arbolado privado, un elemento clave del paisaje platense.
Vivienda: menos monoambientes, más unidades medianas
El código también introduce cambios en el perfil de las nuevas tipologías habitacionales. La normativa define superficies mínimas para las unidades funcionales y desalienta la proliferación de monoambientes, después de detectar una sobreoferta que no responde a la demanda real. En línea con ese diagnóstico, el impulso estará puesto en los departamentos de un dormitorio y en viviendas de tamaño medio, un segmento que hoy presenta mayor déficit.
Para una ciudad que combina presión inmobiliaria, ampliación urbana descontrolada y tensiones entre intereses comerciales y preservación ambiental, la entrada en vigencia del COUT marca un punto de inflexión. Su aplicación, y especialmente su fiscalización, será clave para saber si La Plata logra acomodar su desarrollo a la capacidad de sus servicios, su patrimonio y las necesidades habitacionales de sus vecinos.


